domingo, 22 de enero de 2012

GALERIA DE IMÁGENES Y COMENTARIOS (IX)

ARMAS Y ZOOMORFOS EN LOS PETROGLIFOS VIGUESES
Del cerca de cincuenta estaciones arqueológicas de arte rupestre que poseemos dentro del término municipal de Vigo, llama la atención que sólo en dos rocas grabadas o petroglifos tengamos motivos animalísitcos y en una tan sólo, representación de armas.
Los petroglifos vigueses que poseen representaciones de animales están situados, en Matamá y en Coruxo.
En la primera parroquia, en el denominado lugar de "Millaradas" al lado de otras rocas con grabados, tenemos una en la que podemos contemplar perfectamente un pequeño cérvido, cuya cabeza parece estar orientada hacia unos círculos concéntricos. El paralelismo más inmediato que poseemos a este tipo de motivo (aunque de otra tipología) es el que se encuentra en una piedra reutilizada en una edificación de Chandebrito, ya en el cercano ayuntamiento de Nigrán.
Por otro lado, en el barrio de Fragoselo, en la parroquia de Salvador de Coruxo, en el conocido petroglifo de "Pedra Moura", se observar una serie de grabados que se asocian a huellas de las patas de cuadrúpedos. Lo que en el acervo popular se les llaman "pegadas dos mouros". No poseemos semejanzas cercanas a nuestro petroglifo, pero fueorn localizadas en gran cantidad en la gran zona del parque arqueológico de "Campo Lameiro", Pontevedra y zonas limítrofes.
En relación a la representación de armas, sólo, como comentamos poseemos un ejemplo. Se encuntra en la denominada "A Laxe" en la parroquia de San Pedro de Sárdoma. Compartiendo superficie grabada, poseemos en ella motivos prehistóricos y otros claramente posteriores, desde medievales hasta contemporáneos. Dentro de los primeros, al lado de formas diversas geométricas poseemos la representación de una (o dos, depende de los autores) alabarda enmangada. Como se recordará este tipo de arma ( parecida a lo que podría corresponder a un tipo de pica medieval), constaba de una hoja triangular, en este caso con nervio central, de bronce sujeta a la parte alta de un mástil de madera.
La cronología que nos da este tipo de arma está muy bien estudiada, por los frecuentes hallazgos arqueológicos de las mismas, normalmente en depósitos de materiales diversos de bronce. La datación cronológica que se les suele dar está alrededor del 2.000 antes de Jesucristo. El paralelo más cercano que poseemos es sin lugar a dudas el gran petroglifo de "Auga da Laxe" o "Pedra das Procesións", en el que podemos ver varios tipos de alabardas ( con hoja lisa y nervio central), al lado de espadas y puñales.
Nota.- En las fotografías de Xosé Couñago, a quien agradezco su colaboración, podemos ver el cérvido de Matamá y la alabarda de Sárdoma.