jueves, 21 de mayo de 2009

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (y VIII)

BIBLIOGRAFIA ESPECÍFICA SOBRE EL CASTRO DE VIGO

Recogemos en este apartado tan sólo las referencias bibliográficas que poseemos de libros o artículos de revistas especializadas, que de forma monográfica, estudian este yacimiento o sus materiales arqueológicos :

HIDALGO CUÑARRO, José Manuel

1981: El Castro de Vigo.Noticia preliminar de las excavaciones arqueológicas de 1981. Publicaciones del Museo Municipal “Quiñones de León” (Castrelos).Vigo Número 5. 40 páginas

1982: Los hallazgos del poblado prerromano de El Castro de Vigo. Revista Ibérica, Actualidad Científica, número 237. Madrid. Páginas 380-386

1983: Excavaciones arqueológicas en el Castro de Vigo. Publicaciones del Museo Municipal “Quiñones de León” ( Castrelos).Vigo. Número 6. 94 páginas

1984a: El Castro de Vigo y el comercio atlántico romano en el Noroeste Peninsular. Revista de Guimaraes, tomo XCIV. Publicación de la Sociedade Martins Sarmento. Guimaraes. Páginas 371-388

1984b: Campaña de excavaciones en el Castro de Vigo (Pontevedra).Revista de Arqueología, número 33. Madrid. Páginas 35-36

1984c: Castro de Vigo (Galicia). Arqueología, tomo10. Revista de Estudos Arqueológicos do Porto. Páginas 143-145

1985a: Castro de Vigo. Campaña de 1983. Arqueología/Memorias. Publicación del Servicio de Arqueología da Dirección Xeral do Patrimonio Artísitico e Documental da Consellería de Educación e Cultura da Xunta de Galicia. Santiago de Compostela.

1985b: Excavaciones arqueológicas en el Castro de Vigo ( 1981, 1982 y 1983 ). Actas del II Coloquio Galaico-Minhoto, volumen II. Santiago de Compostela. Páginas 229-240

1986a: Protección, divulgación e excavación de un yacimiento arqueológico urbano: el Castro de Vigo (España). Actas do I Encontro Nacional de Arqueología Urbana. Setúbal. Páginas, 169-176

1986: El Castro de Vigo. Nueva campaña arqueológica. Revista de Arqueología, número 64. Madrid. Páginas 59-61

1987a: Castro de Vigo. Campaña de 1987. El Museo de Pontevedra, tomo XLI. Publicación do Museo Provincial de Pontevedra. Páginas 145-156

1987b: El castro de Vigo y su niveles de ocupación. Revista Lucerna, 2ª serie, volumen II. Porto. Páginas 119-134

1987c: Campañas arqueológicas en el castro de Vigo (1981 – 1985). Revista de Guimaraes, volumen XCV. Publicación da Sociedade Martins Sarmento de Guimaraes. Páginas 97-117

1987d: Materiales arqueológicos del castro de Vigo (España). Setúbal Arqueológica, volumen VIII. Revista do Museo Arqueológico de Setúbal. Páginas 167-192

1987e: Materiales arqueológicos del castro de Vigo. Lucentum, tomo VI. Publicación de la Universidad de Alicante. Páginas123-134

1989a: Castro de Vigo (Vigo, Pontevedra). Campaña 1987. Arqueología/Informes, volumen 1,. Publicación da Dirección Xeral do Patrimonio Histórico e Documental da Consellería de Cultura e Xuventude da Xunta de Galicia. Páginas, 47-49

1989b: La romanización del Castro de Vigo: el comercio de importación de cerámicas finas romanas. Habis, tomo 20. Universidad de Sevilla. Páginas 279-291

1991a: Castro de Vigo (Vigo, Pontevedra). Campaña 1988. Arqueoloxía/Informes, volumen 2. Publicación da Dirección Xeral do Patrimonio Histórico e Documental da Consellería de Cultura e Xuventude da Xunta de Galicia. Páginas 47-49

1991b: El Castro de Vigo y sus campañas arqueológicas: consideraciones. Actas del XX Congreso Nacional de Arqueología. Zaragoza. Logroño. Páginas 295-305

HIDALGO CUÑARRO, José Manuel, RODRÍGUEZ SOBRAL, José Manuel y DOMINGUEZ PEREZ, Mar

1997: Castro de Vigo. Colección Rutas Arqueológicas Viguesas. Número 1.Museo Municipal “Quiñones de León”, Vigo. Editorial Obradoiro Gráfico, Vigo. 16 páginas

HIDALGO CUÑARRO, José Manuel y VIÑAS CUE, Ricardo

1995: Nuevas cerámicas romanas de importación del Castro de Vigo. Campaña de 1987. Castrelos, tomo 5/6, 1992-1993. Revista do Museo Municipal Quiñones de León.Vigo. Páginas 41-70

1996: Cerámicas indígenas y romanas finas del Castro de Vigo. Campaña de 1988 . Castrelos, tomo 7/8, 1994-1995. Revista do Museo Municipal Quiñones de León”. Vigo. Páginas 97-116

1999: Síntesis final de las excavaciones arqueológicas en el Castro de Vigo (1981-1988): el mundo indígena y su contacto con Roma. Actas del XXIV Congreso Nacional de Arqueología, volumen 4. Cartagena, 1997. Páginas 341-352

LÓPEZ CUEVILLAS, Florentino

1958: Cerámicas inéditas del Castro de Vigo. Cuadernos de Estudios Gallegos, tomo XIII, fascículo 39. Páginas 321-328

LOSADA DIEGUEZ, A. LÓPEZ CUEVILLAS, F. , y FILGUEIRA VALVERDE, J.

1955: Informe sobre el Castro de Vigo. El Museo de Pontevedra, tomo IX. Revista del Museo Provincial de Pontevedra. Páginas 46-54

RODRÍGUEZ PUENTES, Eugenio

1987: La cerámica estampillada del Castro de Vigo. Castrelos, tomo 0, homenaxe a Xosé María Alvarez Blázquez. Publicación do Museo Municipal Quiñones de León.Vigo, Páginas 115-134

Nota.- En la imagen, fotografía de la portada de la publicación editada por el museo municipal “Quiñones de León” en 1983, en donde se estudian y dan a conocer a los estudiosos y al público en general, los resultados obtenidos de las campañas arqueológicas de 1981 y 1982, con prólogo de D. José María Álvarez Blázquez, Cronista Oficial de la Ciudad, en ese momento.

miércoles, 20 de mayo de 2009

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (VII)

4.- CONCLUSIONES.

Dentro del castro de Vigo podemos documentar tres niveles de ocupación, claramente definidos, los cuales se pueden documentar desde finales del siglo III antes de Jesucristo hasta el siglo III-IV después de Jesucristo.

El primero de estos niveles, iría de finales del siglo III ,. hasta mediados del I antes de Jesucristo, viene documentado por un fondo de cabaña, y en él podemos constatar contactos comerciales con el Mediterráneo. La siguiente ocupación es la de mayor auge del yacimiento y va desde finales del siglo I antes de Jesucristo hasta finales del I después de Jesucristo. A este momento pertenecen la mayoría de las estructuras pétreas de buena factura, así como la mayoría de los materiales arqueológicos recogidos, entre los que se incluyen los importados. Ya por último, hay una fase que iría del siglo II después de Jesucristo. hasta el siglo III-IV después de Jesucristo, que viene dada por pequeñas construcciones que se superponen a las anteriores y presentan un mal estado de conservación. Se define perfectamente esta etapa en lo concerniente al siglo II , quedando los siglos III y IV después de Jesucristo, como de ocupación temporal y muy esporádica en la cual se reutilizan construcciones anteriores y se detectan materiales muy tardíos, entrando el yacimiento en una fase de total abandono.

El Castro de Vigo se originaría en la parte alta del Monte del Castro, desde donde paulatinamente se iría extendiendo por las laderas contiguas. Por desgracia no se conservan niveles de estas épocas, ya que fueron totalmente arrasados al construir la fortaleza borbónica, tal y como se documentó en los últimos sondeos realizados en este yacimiento.

Los resultados obtenidos en la ladera Noroeste y Sureste del yacimiento son los que nos definirán a grandes rasgos este poblado galaico-romana.

Durante estas excavaciones se obtuvo una gran cantidad de material de importación romano, lo cual lleva a considerar que el puerto de Vigo, en época romana, sería un puerto comercial realmente importante. Dicho puerto comenzaría su andadura en una época temprana; actuando, en un primer momento como punto de recalada hacia destinos más lejanos, en el cual los barcos se reabastecerían de agua y alimentos. Más tarde se iniciarían intercambios a mayor escala, fruto de los mismos son los materiales recuperados durante las excavaciones.

En el registro arqueológico se detecta con claridad un auge a mediados del siglo I después de Jesucristo, evidenciado por materiales cerámicos y por una mayor presencia de monedas. Este auge irá decayendo con el paso del tiempo y finalizará a mediados del siglo II después de Jesucristo, momento a partir del cual el castro de Vigo empieza a ser abandonado, de forma pacífica y paulatina.

Paralelamente, el núcleo de Vicus Helleni, absorbe a los habitantes, tanto del castro de Vigo, como de otros castros cercanos que todavía perduraban en el siglo II después de Jesucristo, también comienzan a cobrar importancia a partir del siglo III- IV después de Jesucristo, las villas romanas. En ellas no se dan episodios de crisis, prueba de ello es que por ejemplo, en la villa romana de Toralla, se han detectado materiales de importación, alguno de ellos procedente de Bizancio que demuestran que tenían un fuerte poder adquisitivo y un funcionamiento óptimo de las rutas comerciales marítimas frente a la inseguridad de las terrestres.

Uno de los datos más llamativos, es la enorme extensión que en su época llegó a tener el castro de Vigo, elevándose a casi 17 hectáreas, si tenemos en cuenta los resultados obtenidos en los sondeos realizados, repartidos por todo el monte y los hallazgos casuales y aislados, que señalan otros puntos de interés arqueológico, que en ocasiones, se sitúan ya en las zonas adyacentes del núcleo principal del castro.

Así pues asistimos a un proceso mediante el cual, en el valle del Fragoso, antes de la llegada de los romanos, hay un total de unos 27 castros. En el siglo I después de Jesucristo, la mayoría de los mismos se deshabitan, y sus gentes van a ocupar ocho de ellos (los que han llegado a nosotros con mayores dimensiones, posiblemente, por esta circunstancia), entre los que sobresaldrá el castro de Vigo. Como comentamos, la ocupación de este yacimiento alcanza los siglos II-III después de Jesucristo, para posteriormente ser abandonado. Sus habitantes irán a vivir a zonas más cercanas al valle y a la zona del puerto ( lo que hoy constituye el “casco antiguo” de la ciudad). El núcleo del Vicus Helleni, estaría constituido a partir de los siglos I-III después de Jesucristo, en torno al castro de Vigo y una amplia área que iría desde el incipiente embarcadero, que poco a poco se va hacer más grande, detectado en la zona del Arenal, con sus fábricas de salazón y salinas, hasta la parte alta del “casco vello”, como lo evidencias los hallazgos arqueológicos de las calles de Rosalía de Castro, Colón, Marqués de Valladares, Carral, Joaquín Yáñez,….hasta el entorno de la Colegiata.

Tenemos pues, que en los dos primeros siglos de nuestra era, el área del Vicus Helleni, va estar bien definida y también sus funciones. Así sabemos que la zona del Areal y cercanías, será en donde se concentre la actividad portuaria e industrial, relacionadas con las salinas y cuando están son abandonas ( hacia finales del siglo II ), este lugar, se va a convertir en la gran necrópolis del siglo III-IV, tan bien documentada por el hallazgos de numerosas tumbas de esa época y la extraordinaria colección de estelas funerarias romanas, que hoy día se pueden contemplar en el museo municipal “Quiñones de León” de Vigo.

El fin de esta zona como área de trabajo y su paso a lugar que se convertirá en el cementerio de esa época, va a potenciar la aparición de numerosas villas romanas en el litoral, a uno y al otra lado del “Vicus Helleni”, que serán autosuficientes en su economía, poseyendo salinas o fábricas de salazón propias. Este el caso de la villa romana de Toralla, O Cocho, O Fiunchal,..Ya estamos hablando de un período cronológico que abarcará los siglos III y IV, pudiendo llegar a hasta los dos siglos siguientes.

Volviendo al tema que exponíamos, podemos decir que a medida que van siendo abandonados los castros a partir del siglo II-III, los habitantes pasan a habitar el citado vicus, el cual a su vez atrae a gentes de otros puntos de la península como por ejemplo, la importante ciudad de Clunia, en la provincia de Burgos, que nos habla de la pujanza económica de este poblamiento, atrayendo con ello, la migración de gentes de la meseta y norte de Portugal a nuestra área geográfica.

La actividad industrial, relacionada con productos del mar, como es el funcionamiento de las grandes salinas y las fábricas de salazón, estará detrás de ese auge económico que se produce en la intensificación de las relaciones comerciales marítimas, que van a dejar como muestra de las mismas y del intercambio comercial existente, la gran cantidad de objetos de lujo importados de diferentes lugares de todo el Mediterráneo ( destacando los procedente de la lejana parte oriental del mismo), tanto cerámicos, metálicos o de vidrio.

Para finalizar y teniendo en cuenta la constante aparición de construcciones y materiales romanos en la zona que mencionamos, no dudamos que en un futuro próximo, la importancia que tuvo el “Vicus Hellín” en esta época romana, que hace pocos años sólo se dejaba intuir, se verá incrementada y se podrá juzgar con más datos sobre la mesa, pudiendo plantearse una serie de cuestiones ,que hoy en día sólo se puede manejar como hipótesis, relacionadas al papel fundamental que jugó este núcleo habitacional y económico, en los siglos de la mal llamada “crisis del imperio” o “época oscura del mismo”, que se traducirá en la continuidad de las relaciones comerciales hasta un bien entrado siglo VI, si tenemos en cuenta las primeras valoraciones de los datos arqueológicos encontrados hasta este momento, unido a la existencia de las villas romanas que van a rodear este agrupamiento humano y que van a continuar estando habitadas hasta ese período cronológico.

Nota.- En una de las imágenes, podemos ver un “fondo de cabaña” que nos documenta el nivel más antiguo de ocupación del castro, en la ladera noroeste del monte. Podemos datarlo hacia el siglo II antes de Jesucristo. Y en la otra imagen, tenemos una vivienda de planta cuadrangular que conservaba su hogar en el centro de la misma, que se fecha en el siglo I después de Jesucristo, momento de mayor auge de este poblado galaico-romano.

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (VI)

En cuanto a los metales, empezando por los fabricados en bronce hay varias monedas de bronce y dos de plata. De bronce hay una moneda ibérica con ceca en Gades con cronología del 45 a. C, un sextercio de Agripa, seis ases de bronce de Octavio Augusto, un dupondio de Rómula Augusta, un as de Trajano y un as y un sextercio de Adriano. En plata tenemos un quinario de Octavio Augusto y un denario de Vitelio. La procedencia de estas monedas, esto es, la ceca a que corresponden, nos hablan de que proceden de diferentes lugares de Hispania ( Caesar Augusta ,Celsa, Emérita Augusta, Lucus Augusti,..…) ; la Galicia (Lugdunum), Italia ( Roma ), etc.

Además de las monedas, existen diversas fíbulas de diferente tipología, anulares en omega, aro interrumpido, tras os montes, largo travesaño sin espira, charnela., en forma de “lunulae”.., también se recogieron diversos instrumentos como: un fragmento de tijera; una aguja; un dedal bellamente decorado, muy poco frecuente en los hallazgos arqueológicos en nuestra zona geográfica; alfileres de pelo( los conocidos como “acus crinalis”), de variada tipología ; varios fragmentos de sítulas o calderos; cadenillas; fragmentos de pulseras; anillos;

En hierro tenemos varios cuchillos de forma común, destacando, uno de ellos, que es afalcatado y conserva en muy buen estado su hoja. También tenemos un fragmento una hoja de sierra, cuyo paralelismo más inmediato lo localizamos, otra vez, en la ciudad romana de Conímbriga; numerosos clavos de diferentes dimensiones; puntas de lanza y jabalina muy bien conservadas; etc .Es interesante en este apartado, mencionar el hallazgo de gran cantidad de escoria de fundición de hierro , que junto a los moldes de fundición (tanto cerámicos como líticos) localizados, nos habla de una gran actividad metalúrgica en el poblado.

Para finalizar con los metales, hablar de la localización de varios objetos de plomo, que van desde una laya o grapa que se utiliza para reparar las vasijas cerámicas rotas, uniendo las partes fracturadas y posibilitando así, el poder continuar utilizando la vasija, a pequeñas pesas o barras de este material.

En líticos destaca por su abundancia los molinos de mano, tanto circulares como naviculares. En la mayoría de los casos se localizan fragmentados y reutilizados en la construcción de casas o enlosados cercanos a las mismas. Además de éstos se encontraron piezas labradas lisas y decoradas, que podemos clasificar por su forma, como los conocidos “amarradoiros”.

Excepcionalmente se encontraron algunas gemas que podrían ir engastadas en anillos de bronce., como ejemplo, destacaremos un entalle de anillo que representa a una cuadriga y su auriga, realizada en una piedra de ágata azul, de muy pequeño tamaño, oval y que podemos datar hacia medidos de silgo primero de nuestra era..

Uno de los líticos que también se detecta en el castro de Vigo, son las “poutadas” o pesos de pesca”, también de variadas dimensiones, pero todas fabricadas de cantos rodados, presentando sus dos hendiduras de atado, en los extremos de su eje más corto.

También de piedras se pudieron recoger abundantes machacadores, alisadores, piedras de afilar, una curiosa pesa de telar o “pondus” realizada a partir de un canto rodado. También tenemos que hablar de diferentes fragmentos de moldes de fundición, para la de varillas y placas o láminas, encontrados durante las campañas de excavación arqueológica.

Para finalizar este apartado relativo a los materiales líticos localizados hablaremos muy brevemente de dos tipos de ellos muy interesantes y particulares. En concreto, se trata del hallazgo de varias hachas pulimentadas y de un bifaz.

Las hachas pulimentadas fueron encontradas en diferentes campañas arqueológicas, y aunque algunas de ellas están en niveles revueltos o en cimentaciones ,otras se documentaron sobre niveles de ocupación que nos hacen pensar que pertenecen a los materiales que utilizaban los habitantes del castro, en ese momento, que podríamos datar hacia el siglo I después de Jesucristo. Esta circunstancia, que se puede documentar en otros castros gallegos, nos plantea la problemática de su cronología. La opinión mayoritaria, de los que han estudiado el tema en profundidad, es que posiblemente su datación podría corresponder a momentos anteriores a la existencia del poblado castro y siendo localizadas por sus habitantes, fueron recogidas por estos y conservadas, como algo “ritual o mágico” o utilizadas para algún tipo de trabajo. Las tenemos de varios colores, materiales y dimensiones. De color blanquecino, a verde o castaño. De cuarcita y fibrolita. Y de apenas 6 centímetros de longitud al doble.

Por último, tenemos la aparición de un bifaz en cuarcita, que por las circunstancias de su hallazgo, nos hace pensar en una datación mucho más antigua para él, remontándonos a la época paleolítica, y nos hace pensar en el paso de un grupo de cazadores prehistóricos por este lugar, que documentaría esta pieza lítica en ese momento, muy anterior a la existencia del poblado castreño.

Sobre los objetos de vidrio o pasta vítrea podemos decir que fueron localizados diferentes cuencos de variados colores, de los denominados “de decoración de costilla”, así como diversas cuentas de collar o pulsera de varias tonalidades, colores y secciones. También tenemos que señalar el hallazgo de fichas de juego, pequeñas y circulares, que nos hablan de la utilización de las mismas en algún tipo de juego, que podría ser el denominado “ludus latrunculi” romano, muy documentado en yacimientos similares. Los colores de las mismas, son azules y blancas.

Para finalizar, mención especial son los restos óseos, que se pudieron recoger en el gran “concheiro” situado hacia la ladera noreste del yacimiento, gracias a varios sondeos arqueológicos realizados en dicha zona. Así se documentó fragmentos de huesos de cerdo o jabalí, cabra o oveja, vaca o buey,… Fueron muy abundantes los restos de moluscos gasterópodos ( caramujo, lapa,..) y bivalvos (berberecho, almeja, navaja, mejillón, vieira, ostra,..). Por último señalar, que también se recogieron varias mandíbulas y espinas de peces.

Nota.- En las imágenes que ilustran este comentario tenemos: en primer lugar, detalle del dedal de bronce con decoración geométrica; en la siguiente, la localización “in situ” de parte de la sierra de hierro y la “tegula” con la marca de una “S” en grande, pudiéndose apreciar claramente, el pavimento o piso de la vivienda sobre el que aparecieron; y por último, aspecto parcial del “concheiro”, en el que podemos ver varios huesos de animales y numerosos restos de moluscos gasterópodos y bivalvos.

martes, 19 de mayo de 2009

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (V)

Con lo que respecta a la cerámica romana, se detecta su presencia a partir del siglo II antes de Jesucristo, con las denominadas cerámicas campanienses, más tarde llegarán las ánforas republicanas y las sigillatas itálicas y gálicas en un momento que se puede fechar en el siglo I antes de Jesucristo, a partir del I después de Jesucristo, las sigillatas hispánicas comienzan su distribución y se prolongarán durante un dilatado espacio de tiempo. Ya como cerámicas más tardías tenemos el hallazgo de algunos fragmentos de “cerámica paleocristiana” grises y anarajandas con la típica decoración vegetal de palmetas estampilladas. Se tiene constancia también de cerámicas de paredes finas, barbotinas, cerámicas finas grises, cerámicas pintadas... Como elemento destacable, señalaremos el hallazgo de varios fragmentos de cerámica marmorata, una cerámica cuya ornamentación imita las vetas del mármol y cuya presencia en el noroeste únicamente era conocida en Lucus Augusti. Se puede señalar también la presencia de algunas sigillatas con marcas de alfarero, que nos proporcionan información acerca del lugar de origen así como de la fecha aproximada de su fabricación. De este tipo amplio de cerámicas de lujo, podemos decir que existe una variada muestra de tipología con decoración y sin ella. Los motivos decorativos son en la mayoría e los casos, geométricos, destacando los círculos concéntricos, guirnaldas,..pero poseemos una fragmento de “terra sigillata” gálica, en la que podemos ver representado, un “grifo alado”.Por último, señalar la aparición de varios fragmentos de lucernas de las denominas de “volutas” y otra, con ujna interesante decoración figurativa, que nos nuestra una “Niké” o diosa alada de la Victoria.

Además de las cerámicas finas, están las comunes, que podríamos diferenciar, primeramente, entre las que denominaremos “de cocina" y las “de mesa, entre las que destacan las jarras con pico trilobulado, platos, fuentes de barniz rojo-pompeyano, morteros, vasos, cuencos y en especial, una jarra de 20 cm. de altura, 8'5 cm. de diámetro de boca, y que presenta en su superficie una rosácea de 6 cm. de diámetro. La particularidad de esta rosácea es que es exactamente igual a las que aparecen en alguna de las estelas funerarias localizadas en la calle Pontevedra de esta misma ciudad.

Luego tendríamos las cerámicas que corresponden a grandes vasijas de almacenamiento, que nos vienen dadas por los denominados “dolium” de paredes gruesas, con grandes diámetros y alturas, en las que se cuida de forma especial, su pared interior, pensando al fin al que están destinadas.

Sin embargo la cerámica más abundante viene dada por las ánforas, tanto republicanas como imperiales, entre las republicanas destacan las Dressel 1, y entre las imperiales la Haltern 70, de la que se desenterró un ejemplar entero dentro de un basurero de cerámica.

Se pudieron documentar dos marcas de alfareros o propietario (existen las dos teorías) en un asa y en la parte baja del cuyo de unas ánforas imperiales. Fueron muy frecuentes, los remates de este tipo de vasija, con “grafitti” de diferente tipo: aspados, con rayas paralelas o cruzadas, con letras,…También se recogieron numerosas tapaderas de diferente tamaño de grosor y diámetro, asi como tonalidad

Los materiales de construcción también tienen una gran presencia, destacando las tégulas e ímbrices y en menor medida los ladrillos. En alguna de las tégulas se pueden observar huellas de pequeños depredadores que nos informan acerca de la fauna existente en aquella época. Como curiosidad podemos señalar la existencia de una tégula con un orificio central destinada a la salida de humos de alguna vivienda, de la que sólo conocemos un paralelismo encontrado en la ciudad romana de Conímbriga (Portugal). En una de estas tejas tejas planas romanas, podemos ver una gran “S” marcada ocupando casi toda su superficie.Es curioso este detalle, porque lo normal, es que aparezcan las marcas de los dedos, formando líneas onduladas paralelas, pero no este tipo de marcas.

Para finalizar, hacer una mención a los numerosos “pondus” o pesas de telas”, que también se recogieron de forma abundante y que nos muestran, dentro de su tiplogía tradicional, una variada gama en dimensiones, formas, tonalidades,..presentando en algunas ocasiones, marcas grabados en los mismos, que posiblemente corresponden a los propietarios de los mismos.

Nota.- En la primera imagen que ilustra este comentario, tenemos un fondo de una vasija de “terra sigillata” con la marca de alfarero. Aquí en concreto, corresponde a OF LUPIAN..del que poseemos paralelismos en otros yacimientos romanos. En la fotografía, podemos ver la ánfora romana entera, encontrada “in situ”., en el “concheiro” o basurero de la ladera del monte, junto a gran cantidad de fragmentos grandes de otras ánforas, tégulas, cerámicas de lujo y común romanas,..

lunes, 18 de mayo de 2009

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (IV)

3.-ESTRATIGRAFÍA Y MATERIALES.

En la estratigrafía diferenciaremos la obtenida en la excavación en área y la obtenida en los sondeos.

Para toda la zona de excavación en área se puede aplicar la misma secuencia estratigráfica salvo ligeras variaciones que no afectan sustancialmente al conjunto de la misma.

En total fueron seis los niveles estratigráficos localizados.

Los niveles R y A, son bastante homogéneos en toda el área y serían básicamente el manto vegetal y nivel revuelto respectivamente.

El nivel B correspondería al último nivel de ocupación de esta ladera y en ella se detectan muros de época tardo-romana, que en ocasiones discurren por encima de edificaciones anteriores. Dentro de este mismo nivel se detectan huellas de abandono de algunas construcciones de época romana.

El nivel C, define la época de habitación de las estructuras de época romana localizadas. Al nivel D corresponderían algunas de las construcciones de muros curvos y que ocasionalmente se ven rotas por muros de época posterior.

Ya el último nivel el E, sería el primer nivel de ocupación de la mencionada zona. Éste nivel únicamente se detecta en zonas puntuales del área de excavación.

En estos últimos niveles son en los que se localizan la práctica totalidad de los materiales arqueológicos, tanto cerámicos, como metálicos, líticos,…

Son abundantes las cenizas y carbones junto a algunos de estos materiales, recogidos tanto encima de los pisos de las viviendas como en las tierras que constituían la cimentación de las mismas.

La potencia estratigráfica varía mucho de unos a otros. Las primeas capas de tierra que nos encontramos y que corresponde, como dijimos, básicamente a la vegetación de la zona y a las tierras removidas o revueltas, fruto de las continúas modificaciones y alteraciones que sufrió el monte, sobre todo en su parte superior. Al estar esta área situada en una de sus laderas, los aportes de tierras movidas procedentes de otras partes más altas son muy abundantes y en ellas se pueden encontrar tanto materiales modernos, medievales o romanos.

Por lo que respecta a la estratigrafía de los sondeos, únicamente existe variación en la zona alta del yacimiento, donde se registran unos niveles de relleno de época actual y que llegan hasta la roca base. En alguno de estos sondeos se pudo detectar el nivel C, y antes del mismo niveles de relleno de considerable potencia donde había desaparecido completamente el nivel B. Para los sondeos realizados en la ladera Noroeste, la estratigrafía a aplicar es la misma que la descrita con anterioridad para la zona de excavación en área.

En los sondeos realizados en la ladera opuesta a la excavación en área, la potencia estratigráfica localizada fue muy grande, en la mayoría de las catas arqueológicas realizadas. La media podemos situarla hacia los 1,5 metros. Los niveles estratigráficos más profundos y que corresponden al período de mayor auge del yacimiento (siglo I después de Jesucristo) poseían una ingente cantidad de material cerámico, sobre todo correspondientes a ánforas.

Los materiales arqueológicos del Castro de Vigo localizados hasta la actualidad, se pueden dividir en: cerámica indígena y romana, objetos metálicos, objetos líticos y vidrio.

La cerámica romana se divide en fina o de lujo ; común o de cocina y mesa;; de almacenaje o de transporte (dolios y ánforas) ; y materiales de construcción (tejas y ladrillos). Más adelante trataremos este tema, en más profundidad.

La cerámica indígena aparece en menor número en relación con la romana, sobre todo en los niveles A, B y C, donde desaparece casi por completo. Sin embargo en los niveles D y E, abunda, desapareciendo en este caso la cerámica romana.

Hay que destacar este dato por que es muy interesante .Estadísticamente podemos decir que casi un 95% del material recogido en todas las campañas arqueológicas realizadas eb este yacimiento, corresponden a cerámica romana, lo que nos habla, de la gran romanización de este poblado y de su mayor etapa de apogeo que se dará hacia el cambio de era.

Dentro de la cerámica indígena, podemos señalar dos grandes grupos. Los recipientes más refinados y bellamente decorados y los correspondientes a cerámica común de cocina. De estos últimos, van a destacar las ollas globulares, los fuentes de asas interiores, las jarras, los cuencos, que presentarán una variada tipología, relacionada con sus tipo de borde, asas,..

. En cuanto a las técnicas decorativas empleadas son las siguientes: estampillado, incisión, impresión, decoración plástica y decoración bruñida. Se aplican solas o en combinación con otras técnicas, obteniendo así composiciones geométricas de gran vistosidad. No existen las representaciones figurativas claras.

En un momento cronológico avanzado, los alfareros indígenas deciden imitar formas cerámicas romanas de lujo, que debido a su alto precio eran prácticamente inalcanzables para la mayoría de la población.

Mención aparte merecen la gran cantidad de “fusayolas” encontradas, presentando diferentes tipologías, medidas y decoración. Así, como los discos de cerámica perforados y las “fichas de juego”, que en la mayoría de las veces, se fabrican a partir de un fragmento de una vasija.

Cronológicamente la cerámica indígena del Castro de Vigo, va del siglo II a. C. al I d. C, más tarde es desplazada por la cerámica romana.

Nota.-En la primera imagen que ilustra este comentario, podemos ver uno de los mejores cortes estratigráficos obtenidos en la zona de “excavación en área” en el noroeste del yacimiento. Se pueden distinguir perfectamente los diferentes niveles o estratos documentados, con diferentes tonalidades y tipo de tierras. En la segunda fotografía, podemos ver, el momento justo de la aparición de unos fragmentos de cerámica indígena en la excavación, que como hemos mencionado, es muy difícil de localizar, pues la cerámica romana es muchísimo más abundante.



EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (III)

Al año siguiente, 1984, se continúa excavando dentro del mismo sector, el cual se acotará y pasará a denominarse a partir de ahora "Sector A". A la vez que se excava en este sector, se realizan sondeos cercanos al mismo con vistas a ampliar este sector de excavación. Se persigue en esta nueva campaña la confirmación de la estratigrafía obtenida durante el primer año de excavación, así como la localización de nuevas estructuras tanto castreñas como romanas. Concretamente fueron cinco nuevos muros, completándose, además, la excavación de otro. Dentro de alguna de estas estructuras se desenterraron hogares de diferentes tipos. En el exterior de las viviendas existen huecos excavados en roca que al igual que los descubiertos en campañas anteriores parecen corresponder a silos de almacenaje de grano.
La campaña de 1985 consistió en unir y ampliar la zona inmediata al primer año de excavación. Se unen así los sondeos III y IV, y se amplía la zona en 245 m2. Se localizan en esta campaña 16 estructuras nuevas, curvas en su mayoría. Hay que destacar que estos muros presentan una gran complejidad debido a los múltiples cruces, los cuales obedecen a diferentes fases constructivas.
En 1986 se actúa en dos zonas, por una parte la que venía siendo objeto de excavaciones sistemáticas hasta ese año y por otra se practican una serie de sondeos en la parte norte de la zona acotada. Destaca entre las estructuras descubiertas ese año, un fondo de cabaña excavado en la roca base, de forma elíptica, tiene una anchura de tres metros. En este espacio oval se observa un hogar en su parte Sur, en un plano más elevado que el resto y hacia el lado opuesto se localizan dos huecos de poste de reducidas dimensiones prácticamente pegados uno al otro.
Se ponen al descubierto también nuevos muros, hogares y más silos. Se constata que parte de estos muros corresponden a aterrazamientos.
En la campaña de 1987 se comienzan los sondeos por toda la superficie del castro. Para ello se delimita una zona de 270 metros de largo y 130 metros de ancho, en la ladera opuesta a la que se había estado excavando hasta ese año. En total fueron 18 los sondeos abiertos. Resultado de los mismos, fue la localización de estructuras de muros rectos, una de ellas de planta rectangular, hogares, huecos de poste y un pavimento realizado con vasijas de cerámica fragmentadas.
Ya por último en la campaña de 1988 se abrieron 22 sondeos de 3 X 3 metros de lado, distribuidos ahora por toda la superficie del monte, incidiendo sobre todo en la parte alta del mismo, es decir entre la primera y segunda muralla del castillo. Como resultado de los sondeos realizados se pudo confirmar el total arrasamiento de la zona alta del castro. Dicho arrasamiento lo produjo en parte la construcción de la fortaleza borbónica y las sucesivas remociones de tierras llevadas a cabo durante el último siglo. Los doce primeros sondeos proporcionaron niveles de relleno hasta la roca base, dentro de ellos los materiales son muy heterogéneos, localizándose desde cerámica romana y castreña hasta materiales prácticamente contemporáneos. Todas estas cerámicas estaban muy rodadas. Se pudo documentar las distintas fases de construcción de las murallas de la fortaleza. Relacionado con la construcción de las murallas, en uno de los sondeos, se localizó una franja de piedras graníticas muy fragmentadas y de aristas vivas que indican la presencia de un taller de cantería. Dada la esterilidad de la zona sondeada, se procedió a realizar más sondeos en la ladera Noreste. En esta zona se detectaron nuevas estructuras así como abundante material. De entre el material destacaremos el hallazgo de una ánfora del tipo Haltern 70 intacta.
El definitiva, la excavación en área nos documentarán varias viviendas de planta circular, algunas de las cuales poseen el hogar, hacia el centro o cercano a un lateral de la misma. El tipo de hogares van de los más sencillos, que nos vienen dados por un pavimento de arcilla enrojecido por el fuego constante a que fue sometido y en ocasiones delimitado por piedras hincadas o ladrillos y otras veces, nos encontramos un hogar formado por lajas de mediano tamaño, hincadas igualmente en el suelo y delimitando un espacio de forma rectangular y el espacio interno, nos presentan otras lajas horizontales, perfectamente colocadas.
Llama también la atención, las grandes cimentaciones, que se observan en la excavación de los muros curvos, observándose en la mayoría de ellos, la zanja de cimentación de los mismos, que en ocasiones rompe la roca base del monte. Estas profundas cimentaciones son bien visibles, en el momento que rompiendo los pisos o pavimentos de ocupación, llegan hasta la roca base, llegando al alcanzar cerca de un metro de profundidad.
Los sondeos llevados a cabo por toda la superficie del yacimiento, nos documenta la población del mismo, en todo su perímetro. La mayor concentración de hábitat, se va a situar hacia el noroeste, pero en la ladera contraria también es abundante la aparición de muros y sobretodo de materiales arqueológicos. En esta última zona, pudimos documentar un importante “concheiro” que proporcionó gran cantidad de objetos arqueológicos de todo tipo, pero sobresaliendo de todos ellos una enorme aglomeración de ánforas romanas, de diferentes tipologías.
Estos sondeos nos pueden dar una visión de la gran superficie que ocupada el poblado castreño, cuyas construcciones (por lo menos durante todo el siglo I después de Jesucristo) van a estarcirse por la totalidad del monte y sus laderas.
Los sistemas defensivos de este importante castro no han llegado hasta nosotros, posiblemente por las grandes alteraciones de sufrió el lugar a lo largo de la historia y que pudieron ser arrasadas o reutilizadas para la construcción de la fortaleza medieval o parte de la que posteriormente se edificó en su cima, además, como es habitual en estos casos, de servir de “cantera” para la construcción de edificaciones cercanos en épocas posteriores al abandono definitivo de este poblado. Sólo en uno de los sondeos realizados hacia el norte, se detectó un muro de gran grosor, que podría corresponder a los cimientos de la muralla pétrea que poseía por esa zona. Cercano a este sondeo, se localizó un interesante y bien conservado empedrado que podría estar vinculado a la función del muro citado. Excavaciones futuras que se realicen en esa zona, podrían aclaran mejor este cuestión.
Nota.- En la primera imagen que ilustra este comentario, podemos ver una vista parcial de las excavaciones arqueológicas en la ladera noroeste, desde el norte. Nos llama la atención, la cantidad de muros, que pasan unos por encima de otros y que evidencian los diferentes niveles de ocupación por los que pasó este poblado. La segunda imagen, corresponde al hallazgo de un empedrado bien conservado, en el fondo de uno de los sondeos realizados por esta ladera, hacia el norte.

domingo, 17 de mayo de 2009

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (II)

1.- SITUACIÓN GEOGRÁFICA Y ANTECEDENTES.

Este yacimiento se halla situado en el "Monte do Castro", dentro del casco urbano de Vigo, más concretamente en el centro de la ciudad, en la actualidad es uno de los espacios verdes más extensos con los que cuenta la ciudad de Vigo. Su altura máxima es de 147 metros sobre el nivel del mar.

Sus coordenadas geográficas son 08° 43' 30" longitud Oeste y 42° 14' 00" latitud Norte, de acuerdo con la hoja 223 del Mapa Topográfico Nacional, del Instituto Geográfico Nacional, que corresponde a Vigo. Se sitúa, además, en la más septentrional de las rías bajas gallegas a la cual da su nombre la ciudad donde se ubica dicho yacimiento. En cuanto a los antecedentes arqueológicos de este importante yacimiento, tenemos que remontarnos a 1928, cuando debido a una plantación de árboles salen a la luz una gran cantidad de materiales.Estos hechos fueron puestos en conocimiento de las autoridades competentes que designan una comisión para proceder al estudio de los mismos.

Al año siguiente, el profesor Hugo Obermaier, eminente arqueólogo alemán residente en Madrid, visita el yacimiento y recoge diversos materiales.

Ya por fin el 1952 se inician las excavaciones arqueológicas en área dentro del yacimiento. Dirige dichos trabajos, D. José María Álvarez Blázquez. Se desentierra una vivienda circular y recoge numeroso material arqueológico.

Esta primera zona de excavación está situada en la falda NO. del monte. En 1970 se reanudan las excavaciones bajo la misma dirección, localizándose nuevas estructuras y más materiales arqueológicos que quedarán depositados en el Museo Municipal "Quiñones de León".

2.- LAS NUEVAS INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS (1981-1988)

Después de una pausa de 11 años, se reanudan las excavaciones arqueológicas en el

Castro de Vigo, esta vez bajo la dirección de José Manuel Hidalgo Cuñarro.

Estas excavaciones se desarrollan en dos etapas diferentes: por una parte la excavaciónen área que comprende de los años 1981-1986 y por otra los sondeos que abarcan los dos últimos años 1987 y 1988. Hay que apuntar que durante alguno de los años que se llevaron a cabo la excavación en área, se procedía paralelamente a sondear distintaspartes del yacimiento con el fin de localizar nuevas áreas de excavación.

El área de excavación inicial, fue la misma que había elegido D. José María Álvarez Blázquez para las primeras intervenciones arqueológicas.

Las campañas de sondeos, por otra parte, tenían como fin primordial definir con exactitud la extensión del yacimiento por el monte del castro, para ello se realizaron cerca de un centenar de sondeos repartidos por toda la superficie del castro. La excavación en área se desarrolla fundamentalmente en la ladera noroeste del yacimiento, que, como dijimos anteriormente, fue donde se realizaron las primeras intervenciones en la década de los 50.

El inicio de las excavaciones en área tuvo lugar en 1981, adecentando en primer lugar las antiguas excavaciones de 1952 y 1970. Por otra parte, era necesario el establecimiento de una estratigrafía fiable para esta zona del yacimiento, para lo cual se realizaron diversos cortes estratigráficos.

Ya en la campaña de 1982 se unen los sectores que habían quedado separados durante la campaña de 1981. Se ponen al descubierto en total 18 estructuras nuevas que van desde los muros circulares a los rectilíneos, así como hogares y huecos excavados en la roca base, los cuales por su tamaño y forma, además de por estar recubiertos de una sustancia aislante como la arcilla, consideramos que pudieran ser una especie de silos para almacenaje de alimentos.También es interesante una serie de canalizaciones, excavadas en la roca base, de diferentes medidas de longitud y anchura, así como de profundidad, llamando la atención en algunos caso, que ésta última, alcanza más de medio metro en ocasiones. La dirección de algunas de estas canalizaciones, sugieren que su función estaba relacionada con la recogida de las aguas pluviales, que bajando de las zonas altas del monte, podían inundar la zona poblada.Estas canalizaciones impedirían que sucediera esto, al poder ser evacuadas hacia otras zonas no problemáticas, que posiblemente no poseían construcciones pétreas para su ocupación humana.

En la campaña de 1983 se completó la excavación de una estructura de muros rectos, que además conservaba un pavimento de buena factura y encima del nivel de derrumbe de tégulas, uno de los muros de la citada vivienda estaba apoyado directamente sobre la roca base. Una vez bajado el pavimento se pudo poner al descubierto un canal excavado en la roca de época anterior a la edificación de esta vivienda. Esta vivienda que se pudo datar hacia el siglo I después de Jesucristo, de planta cuadrangular, poseía en su zona central, un interesante hogar o “lareira” de forma rectangular y delimitado por pequeñas piedras clavadas de forma vertical sobre el piso de la casa. Bien conservado en el momento de ser desenterrado, el paso del tiempo y la desidia humana hicieron que no podamos verlo en la actualidad.

Además de esta estructura, se pusieron al descubierto otras de muros curvos y rectos correspondientes a diferentes épocas. Es de destacar, a la hora de hablar de las estructuras desenterradas en esta zona (como lo será en otras, como se pudo ver en las campañas arqueológicas futuras), la modificación y aprovechamiento del terreno en que se van a ubicar, rebajando la roca base del monte, para conseguir planos horizontales o verticales, y así poder construir mejor las construcciones pétreas.

Consecuencia directa de la importancia de las nuevas excavaciones, fue la creación y puesta en marcha del primer “Escuela-Taller de Arqueología” de Vigo, que va a desarrollar trabajos de excavación arqueológica en este yacimiento, a la vez que se estudiarán los numerosos materiales que se van ha encontrar y recoger en estas campañas. El trabajo de laboratorio se llevará a cabo en las dependencias del museo municipal “Quiñones de León” de nuestra ciudad y consistirán en la limpieza, siglado, inventario, dibujado y fotografiado de dichas piezas, para la posterior realización de las memorias de excavaciones para ser publicadas y dar a conocer los resultados a los estudiosos y al público en general.

Los hallazgos arqueológicos van a ser muy numerosos e importantes y serán presentados de forma inmediata en diferentes congresos y coloquios en diversas ciudades de España y Portugal.

De esta forma, el importante castro de Vigo y sus excavaciones arqueológicas serán objeto de numerosas referencias bibliográficas, que tratarán el tema de la cultura castreña y la romanización en nuestra área geográfica.

Nota.-En la fotografía de blanco y negro de 1981, podemos ver al antiguo cronista oficial de la ciudad y anterior director de las excavaciones arqueológicas del castro de Vigo, D. José María Álvarez Blázquez, supervisando “in situ” el hallazgo de un pavimento cerámico en la nueva campaña arqueológica de 1981.Desde el principio de los nuevos trabajos arqueológicos, siempre mostró mucho interés por este yacimiento y lo dejó patente en la redacción del interesante prólogo de las memorias de las excavaciones del Castro de Vigo, en 1982, publicadas por el Museo municipal “Quiñones de León” un año más tarde.

EL CASTRO DE VIGO : EL ORIGEN DEL " VICUS HELLENI" O EL VIGO ROMANO (I)

Al final parece que la tan esperada y reclamada urgente consolidación y "musealización" del castro de Vigo, se empezará a llevar cabo de manera inmediata,y deseemos que esta vez sea la definitiva. De principio, en sus planteamientos se nos habla de zonas nuevas a excavar, reforzar estructuras pétreas y pavimentos, la construcción nueva de dos viviendas de piedra ( una circular y otra cuadrada ), etc...dejemos que el tiempo nos haga ver la realidad en su momento....
Por esta noticia y porque considero interesante informar al estudioso de nuestro pasado y que puede desconocer algunos detalles de este importante yacimiento arqueológico vigués, voy a reproducir en este blog, en diferentes comentarios consecutivos, una comunicación que se presentó en 1997, al XXIV Congreso Nacional de Arqueología, celebrado en Cartagena , publicado en las Actas del mismo, ya en 1999 ( aumentado, correguido y con nuevas ilustraciones) , y que lleva el título de : "EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL CASTRO DE VIGO. CAMPAÑAS 1981 A 1988 : EL MUNDO INDÍGENA Y SU CONTACTO CON ROMA". En él, se realiza una breve síntesis de los trabajos y estudios realizados en la década de los 80, del siglo pasado, y se plantean las conclusiones que podemos apuntar teniendo en cuenta los resultados de los mismos.
Ya en otro comentario publicado con anterioridad en este mismo blog, se hablaba de las primeras noticias y excavaciones realizadas en el castro de Vigo:desde el primer hallazgo documentado en 1928 hasta las últimas excavaciones arqueológicas, realizadas por José María Älvarez Blázquez, en 1952 y 1970.Por ello nos centraremos, ahora, en las realizadas en los años anteriormente mencionados y que son poco conocidas en el público general, aunque se haya publicado una extensa bibliografía sobre las mismas y sus materiales arqueológicos.
Para finalizar esta pequeña introducción que servirá para el empezar a publicar los mencionados comentarios sobre el tema, tenemos que decir, que hay que considerar al castro de Vigo, el origen del futuro "Vicus Helleni", que tanto está siendo noticia en la prensa diaria, por los frecuentes hallazgos en la zona del Areal y aledaños y tener presente que si este gran castro en el siglo I después de Jesucristo, no tuviese la importancia y la gran población que poseía en esos momentos, posiblemente no se hubiera convertido en el gran agrupamiento humano y comercial que fue en ese tiempo. Hay que dejar claro, para los podrían cuestionar tan cuestión, que el castro de Vigo, en el siglo I despues de Vigo, ocupaba toda la superficie del actual parque público y continuaría, en parte por la zona del poniente (hacia la calle Hispanidad), como lo demuestran los hallazgos efectuados en toda esa zona mencionada. Si nos ponemos ha hacer cálculos, en base a esos datos, sobre la demografía o la densidad de población que existía en esa época en este yacimiento, los números nos dan una gran superficie habitada y con gran actividad económica, como lo demuestran la gran cantidad de materiales de importación encontrados en el yacimiento, procedentes de todo el Mediterráneo ( resto península ibérica, Francia, Italia, norte de África,..), tanto de objetos de cerámica, vidrio, metales,...
Nota.-En la imagen fotográfica, conseguida utilizando el adaptador llamado "ojo de pez", tenemos una aspecto parcial de las excavaciones arqueológicas, con las estructuras pétreas encontradas en la ladera del poniente del yacimiento, desde se contemplan unas extraordinarias vistas a la entrada de la ría de Vigo.