sábado, 12 de diciembre de 2009

CERÁMICAS INÉDITAS DEL CASTRO Y FORTALEZA MEDIEVAL DE PADÍN, TEIS, VIGO

En 1989 se procedió a realizar una pequeña campaña arqueológica en el denominado monte "As Torres", en el barrio de Padín, en la parroquia viguesa de Teis. Fruto de estos trabajos, fue la documentación de un asentamiento castreño en el mismo y la ubicación, en la parte alta, de una torre o fortaleza medieval. Como datación para el primer nivel de documentación es muy amplio, pudiendo fechar el inicio del mismo hacia el siglo VI antes de Jesucristo y la terminación del de dicha ocupación, hacia mediados del primer siglo después de Jescristo. El auge lo podríamos situar hacia finales del siglo II y siglo I antes de Jesucristo. La fecha que poseemos para la etapa medieval sería los siglos XIV-XV. Aunque este interesante y completo yacimiento arqueológico vigués( por desgracia, muy disminuído por las diversas obras realizadas en él, que sólo han dejado llegar hasta nosotros, la mitad de su configuración primitiva), será objeto de otro comentario, relativo a las estructuras pétreas localizadas y otros pormenores de la excavación arqueológica, hoy vamos a presentar, las piezas que concretan perfectamente los apartados mencionado, através, de las cerámicas localizadas y que en la actualidad se custodian en el museo municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad.
Por lo mencionado anteriormente, a "grosso modo" podemos clasificar dichas cerámicas en dos grandes grupos: las correspondientes a la cultura castreña y las datables a la Baja Edad Media, esto es, a las medievales.
LAS CERÁMICAS CASTREÑAS
Las vasijas más antiguas que se han encontrado en este yacimiento correspondientes a la cultura castreña, las tenemos documentadas en un horizonte cronológico que nos lleva a finales del anterior período cronológico, esto es, la Edad de Bronce Final o Atlántico, fechable hacia el siglo VII antes de Jesucristo y al que corresponden también un fragmento de hacha de dos anillas de bronce perteneciente a este momento, un colgante amorcillado del mismo metal, asi como otro fragmento de bronce, posiblemente correspondiente a la parte inferior de una vaina de puñal. Al lado de la cerámicas indígenas, pudimos localizar un interesante fragmento de cerámica pintada con decoración geométrica y cuya procedencia la podemos situar en el sur de la península ibérica, por paralelismos con otras piezas semejantes.
Las cerámicas indígenas correspondientes a esta etapa cronológica, son muy toscas, hechas a mano, de colores oscuros y presenta una variada gama tipológica.
Las vasijas castreñas siguientes, que podemos vincular a un momento tardío alcanzando la denominada etapa galaico-romana ( finales del II al siglo I después de Jesucristo), nos vienen dadas por piezas fabricadas ya ha torno, con superficies alisadas o pulimentadas, lisas pero también en ocasiones con decoraciones geométricas, conseguidas por técnicas de incisión, impresión o estampillado. Al término de este período cronológico debemos de atribuir varios fragmentos de ánfora romana localizados en la campaña.
LAS CERÁMICAS MEDIEVALES
Dando un gran salto en el tiempo, tenemos las cerámicas bajo-medievales, que corresponden a vasijas u ollas de mediano tamaño, de color grisáceoen su mayoría y decoradas a base de ungulaciones, digitaciones y cordones. Ya estamos en los siglos XIV-XV.
Llama la atención la gran cantidad de fragmentos cerámicos correspondiente a estos siglos y que se encuentran aún en grandes trozos. Por las circunstancias que conocemos de la destrucción de esta fortaleza mediaval por parte de los "irmandiños" ello nos explicaría esta cuestión, pues da la impresión que al ser arrasada y tomada, fue destruída y ya no buen a ser ocupada.
La importancia de estas cerámicas medievales en nuestra zona de estudio ( el valle del Fragoso ) es muy grande pues son muy escasas, las muestras que poseemos de piezas de esta época en la zona y no por que no existan yacimientos de este período aquí, sino que o bien aún no fueron excavados o si fueron encontradas fuera de un contexto romano, por ejemplo, fueron desechadas, por "modernas".
Desde aquí, y por el tema que nos ocupa, quiero dejar constancia, del gran riesgo que se puede estar cometiendo al "ignorar arqueologicamente" los materiales que no podemos documentar en épocas romanas o anteriores, pues de las posteriores a la Edad Media, se conoce muy pocoy por ello de una manera insconciente se puede caer en el perjuicio de que lo que "vale" es lo antiguo y que lo moderno, nos dice muy poco....
Comentario de las imágenes: En la fotografía inferior, podemos ver al lado de un fragmento indígena castrño antiguo, la cerámica pintada de importación y los fragmentos de hacha, colgante amrocillado y de vaina de bronce; en la siguiente ya tenemos las cerámicas que correspondería a una etapa tardía castreña: una ficha perforada, varios fragmentos de vasijas indígenas decoradas, junto a un fragmento de ánfora romana; y finalmente, en la última imagen, las tradicionales cerámicas grises bajo-medievales con sus formas y decoraciones típicas.

sábado, 14 de noviembre de 2009

SOBRE MURALLAS Y CALZADAS EN LAS EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS DEL CASTRO DE VIGO

En la campaña arqueológica de 1986 se llevaron a cabo ocho sondeos de dos metros de lado y uno, más amplio de cinco metros. Fueron realizados en dirección norte de la zona excavada en área y que en la actualidad puede verse las estructuras localizadas y dejadas al descubierto, para deleite de los amantes a estos temas. Los sondeos, como sucediera con los llevados a a cabo el año anterior y como se harían con los realizados en los dos años siguientes, estos ya en la ladera opuesta, se taparon, luego de tomar toda la información posible de la estratigrafía, las construcciones localizadas y recoger los materiales cerámicos, metálicos y líticos encontrados.
Los sondeos arqueológicos de 1986, fueron los más alejados que se llevaron a cabo en esta área del yacimiento y dos de ellos, a los que hecemos mención en este comentario, nos ofrecieron dos interesantes hallazgos, de los que no se ha hablado mucho de ellos, esperando nuevos resultados en la zona, que pudieran confirmar las hipótesis, que se plantearon en el momento de su localización y que se plantean aún ahora.
Así en uno de los sondeos (en concreto el que se denomino "sondeo VII") a unos 50 metros, de la citada zona acotada, se pudo documentar una gran potencia estratigráfica ( de más de dos metros), aunque ésta, estaba formada por capas o estratos que presentaban tierras removidas y materiales revueltos y rodados ( esto es, en posición "secundaria"), sólo estando intacto el último nivel, que cubría un enlosado bastante bien conservado, formado por lajas dispuestas horizontalmente ya sobre la roca base, algo rebajada en esa zona, siendo estas piedras de tamaño grande y medio. Este enlosado cubría todo el fondo del sondeo de dos metros de lado y continuaba, introduciendose por los cuatro cortes estratigráficos realizados.
Por último, el sondeo denominado IX, que fue el más distante de los realizados en esta ladera en dirección norte ( a unos 7o metros, aproximadamente), también de dos metros de lado, nos documentó una interesante y peculiar estructura pétrea, de ancho grosor y gran solidez, compuesta por dos muros, uno colocado encima y pegado al otro, formando una unidad completa que ocupaba todo el lado sur del cuadro y parte del lado este. Se encontraba directamente colocado sobre la roca base rebajada del monte y continuaba por los dos cortes estratigráficos. Por sus características formales y su dirección, nos puede hacer pensar en que podría corrresponder a parte de los cimientos de una de las murallas defensivas que poseyó este poblado castreño por esta zona.
Sólo como hipótesis de trabajo y como mencionamos antes, a la espera de nuevos trabajos arqueológicos en la zona, podemos pensar que nos encontramos delante del hallazgo de parte de una de las calzadas públicas que poseía el castro, así como parte de una de las murallas defensivas que se construyeron en este poblado.
Las circunstancias de los hallazgos y sus características así nos lo hacen pensar. Sabemos que tanto el enlosado como el grueso lienzo pétreo, ocupan más extensión de la que pudimos documentar y que continúan y bien conservados, hacia los espacios vecinos aún sin explorar. Por otro lado, sabemos que tanto una estructura como la otra, corresponde a época castreña, pues estaban bien sellados por los niveles o estatos que los cubrían.
Finalmente y teniendo en cuenta la importancia y la extensión del poblado del castro de Vigo, es lógico pensar, que estuviese protegido por una o varias murallas ( como son los casos de San Cibrao de Lás, en Galicia o las citanias de Sanfins o Briteiros, en Portugal, por citar los casos más conocidos). Por esta misma circusntancia de su importancia y con los mismos paralelos inmediatos, es evidente que nuestro castro debió de poseer una o varias calzadas públicas, para comunicar adecuadamente toda el área habitada y facilitar el movimiento de ala población.
Nota.- En la primera fotografía, en la parte superior, podemos apreciar el sondeo en que se documentó la posible cimentación de la muralla del castro; y en la otra, al fondo del profundo sondeo de más de dos metros, el enlosado que cubría la totalidad del mismo, que bien nos podría estar evidenciando el hallazgo de parte de una de las calzadas o vías públicas de nuestro yacimiento.

martes, 3 de noviembre de 2009

LETRAS Y SÍMBOLOS EN LOS "GRAFITTI" ROMANOS DE VIGO

En las numerosas intervenciones arqueológicas realizadas tanto en el Castro de Vigo, como por la zona urbana que delitata el antiguo Vigo romano ( Areal, calles Rosalía de Castro, Marqués de Valladares, Fermín Penzol,..), fueron bastante numerosos los hallazgos de "grafitti" en diferentes materiales arqueológicos cerámicos, tales como, fragmentos de ánforas, tégulas, pesas de telar ( los famosos "pondus"), fragmentos de cerámica de cocina y de lujo,..
Basicamente estos "gafitti" nos ofrecieron la posibilidad de identifican algunos símbolos y algunas letras (que en ocasiones formaban toda una incripción o palabra). De entre todos ellos, hoy analizaremos dos de ellos, totalmente diferentes: encontrados en dos yacimientos distintos; de diferente cronología; uno presenta un símbolo y otro un nombre;...pero tienen en común que fueron realizados en vasijas romanas de lujo y nos hablan de la sociedad existente en el Vigo de aquellos siglos atrás. En definitiva, nos trasladan a hablar de mentalidades y no de tipologías cerámicas.
En la campaña arqueológica llevada a cabo en el castro de Vigo en 1984, se localizó, en un nivel que podemos datr hacia finales del siglo I después de Jesucristo o principios del siglo siguiente, numerosos fragmentos cerámicos, que una vez realizada su restauración y tras largas horas de reconstrucción, nos ofreció una esbelta jarra de unos 20 centímetros de altura y 8,5 centímetros de diámetro en su boca. El acabado de su superficie es fino y su color ocre-amarillento. Posee un asa de sección elíptica que va desde el borde liso al inicio de su cuerpo globular, en el que podemos ver que está decorada con varios surcos incisos horizontales y paralelos.
Justo al lado contrario en que se encuentra el asa, esto es, en la parte delantera de la jarra, hacia la zona central de la misma, se pudo documentar un interesante y bien conservado "grafitti", que representaba una rosácea de seis pétalos ( conocida como hexapétala o hexafolia) inscrita en un circulo de unos 6 centímetros de diámetro. Se había realizado con sumo cuidado y paciencia utilizando un compás y el resultado fue perfecto.
El tema de este símbolo y su significado lo podemos rastrear en diversas culturas indoeuropeas y ya en la cultura romana, la tenemos asociada con un significado que nos habla de la inmortalidad, del sol que renace cada mañana, ... en definitiva, una significación celeste/astral que va unida a la esperanza en la inmortalidad y en la eternidad.
Es curioso hacer notar, que si bien este símbolo, es encontrado en el poblado del castro de Vigo, en un objeto de lujo pero cotidiano y fechable hacia finales del siglo I después de Jesucristo, tenemos el mismo signo usado en numerosas estelas funerarias romanas, localizadas en la zona del Areal, en nuestra ciudad, ya con una datación entre los siglos III-IV después de Jessucristo, aquí representado con un claro componente funerario, pero que nos habla de su significado esencial: la eternidad y la inmortalidad. Llama la atención por ello, por un lado que ya se emplee siglos antes y que se haga en un objeto de la vida cotidiana pero que su significado ya está presente hasta la muerte. Su símbología, podemos decir, no sólo se va a asociar con su utilización en ritos funerarios sino que en la mentalidad de la época y en el trascurso de la vida, es utilizado con el mismo significado.
Por otro lado, en la excavación arqueológica de urgencia realizada en 1991 en el solar en que en la actualidad se encuentra emplazada la actual Biblioteca Central de Vigo ( objeto del anterior comentario de este blog) entre el material arqueológico cerámico romano, se localizó un fragmento de "terra sigillata" hispánica con un "grafitti" en que se puede leer, aún admitiendo otras lecturas, la inscripción latina "FVSCANI", lograda por la unión de varias letras al final de la misma. Aunque la pieza en si, podría llevarnos a una datación sobre los siglos III-IV después de Jesucristo, especialistas en esta materia, por la circunstancia mencionada de la unión de las letras y su resultado final, la fechan uno o dos siglos antes del marco cronológico antes propuesto.
Gracias a este "grafitti" poseemos así, otro nombre a los ya conocidos aparecidos en las estelas funerarias romanas encontradas en la zona del Areal, que resultan ser los primeros nombres que sabemos de los habitantes del pujante Vigo romano, algunos de los cuales, nos hablan de emigrantes que vienen de la meseta atraídos sin duda por esesplendor económico de nuestra ciudad ya en aquellas épocas de los primeros siglos de nuestra era.
Nota.- En la imagen superior, detalle del "grafitti" del castro de Vigo; y abajo, el fragmento de "terra sigillata" con el "grafitti" localizado en el solar de la biblioteca central de Vigo.

domingo, 1 de noviembre de 2009

RESTOS DEL VIGO ROMANO Y MEDIEVAL DEBAJO DE LA BIBLIOTECA CENTRAL

La primera intervención arqueológica urbana programada llevada a cabo en el centro de Vigo, en concreto en el antiguo edificio Ferro", que hoy ocupa la Biblioteca Central de Vigo, que tuvimos la suerte de llevar a cabo a principio de la década de los 90 del siglo pasado, dió como fruto el descubrimiento de restos construcivos romanos y medievales, junto a numeroso material cerámico correspondiente a estas épocas históricas.
La campaña arqueológica de urgencia realizada en 1991, consistió en la excavación de seis sondeos, de diferentes dimensiones,repartidos por el área a investigar, que quedó muy reducida pues en la parte alta de la misma, afloraba directamente la roca base granítica. Cuatro de estas catas arqueológicas dieron resultados positivos. La potencia estratigráfica rebasó en ocasiones, los cuatro metros de profundidad.
Pudimos detectar que el primer nivel arqueológico nos viene dado por o bien por cimentaciones o desagües del propio edificio o por estructuras pétreas de fechas de construcción semejantes ( hacia finales del siglo XIX o principios del XX); luego otras estructuras peor conservadas nos llevarían a períodos también modernos, pero algo más antiguos ( siglos XVIII-XVII), pero en un sondeo se pudo localizar parte de una calzada o enlosado medieval, destruída en parte por las construcciones posterior. Finalmente, al levantar este nivel medieval es cuando aparece el correspondiente a época romana, en los que se recogieron abundantes fragmentos de tégulas, ánforas, cerámica común de cocina y "terra sigillata" hispanica, una de las cuales poseía un intereante "grafitti", que comentaremos en otra entrada deeste blog. Por el estudio de los materiales romanos podemos documentar este nivel hacia los siglos III-IV después de Jesucristo.
La única estructura pétrea romana detectada, fue un muro que se apoyaba directamente sobre la roca base , observándose claramente la zanja de cimentación realizada para construir el mismo. Como este muro se localizó en una esquina del sondeo realizado, vemos como se introduce en los cortes estratigráficos, lo cual hizo imposible su excavación total. Eso sí, nos está certificando que en las parcelas limítrofes a la excavada, continúa este nivel romano.
Tenemos pues, que en los cimientos de lo que es en la actualidad la Biblioteca Central de Vigo, poseemos una secuencia estratigráfica muy completa de la historia de nuestra ciudad, y que nos va llevando desde la ocupación romana hasta el siglo pasado, documentándose etapas intermedia (como la medieval) de las que poseemos escasa documentación.
La importancia de estos descubrimientos en su época fué sin duda, que confirmaban lo que hoy ya sabemos con certeza: la existencia de restos romanos y posteriores, por debajo del Vigo actual. Lo que poseeíamos hasta entonces, eran referencias bibliográficas o hallazgos aislados que nos hablaban de esta hipótesis. Los descubrimientos del importante enclave romano del posible "Vicus Helleni", sucesor del anterior poblado del castro de Vigo, empezarían a partir de ese momento a multiplicarse y darnos la bien documentada visión de esa etapa histórica de nuestra ciudad.
Nota.- En la mágen superior, podemos observar parte de la calzada o enlosado medieval localizado, roto finalmente por la construcción de un estructura posterior; y en la otra fotografía podemos ver, en la parte superior, el muro romano, justo debajo de donde se apoya la escala métrica del sondeo y que nos demuestra la gran potencia del mismo. A la derecha, un desagüe moderno, muy frecuentes en esta parcela.

domingo, 25 de octubre de 2009

LA PROBLEMÁTICA DE LOS HUECOS EXCAVADOS EN LA ROCA BASE DEL CASTRO DE VIGO

Presentes en ambos lados del monte, el descubrimiento de numerosos huecos excavados en la roca base del monte del castro, plantea numerosas incógnitas, algunas de las cuales podemos trataremos de abordar en el presente comentario.
Todos los años que se realizaron excavaciones arqueológicas en la ladera del Poniente del yacimiento castreño, fueron muy numerosos los huecos u oquedades y rebajes realizados en la roca base del monte (granito de grano medio y en ocasiones, "xabre"). Poseen diversas dimensiones y características que pasamos muy brevemente a resumir a continuación. La localización de los mismos se sitúa hacia la zona intermedia de la citada área, que presenta en general un rebaje horizontal en la mayoría de su superficie, en la que se pueden ver también largos y profundos canales, pendientes de una acertada explicación.
Tenemos en primer lugar unos huecos de forma circular u oval, que miden aproximadamente un metro de diámetro y su profundiad va a varíar entre los 50 y los 100 centímetros. Estos huecos los identificamos como pías para el almacenaje de líquidos o silos, para guardar grano, por ejemplo ou otro tipo de alimento. Como nota común a todos ellos vemos, que poseen unas paredes perfectamente verticales y que están cubiertas de una argamasa de tonalidad negruzca, que los convierte en impermeables, pues al estar algunos de ellos abiertos en granito alterado o en descomposición ( lo que conocemos en la zona como "xabre"), éste permitiría la filtración del agua, si su función, por ejemplo, fuera esa. De principio, como decimos anteriomente, creemos que debemos de identificarlos como huecos, con silos de almacenaje de grano o comida en general y/o depósitos para contener agua o líquidos en en general también. Estos huecos se encontraron en medio de varias estructuras pétreas y están vinculados sin dudas con ellas.
Hay que mencionar otro hueco interesante similar a los anteriores, pero de forma rectángular, de unos dos metros de largo por 1 metro de ancho y de 80 centímetros de profundidad, detectado por debajo de una de las esquinas de una estructura de piedra, que al ser construía, lo rellenó y dejó inutilizado. Tenemos aquí, un claro ejemplo, de dos niveles de ocupación de diferente cronología.
Otro huecos excavados en la roca son de reducidas dimensiones y mayoritariamente de forma circular, aunque algunos de ellos presenta otra forma debido a lo alterado de la roca. Sus diámetros oscilan entre lod 10 y 25 centímetros y su profundidades entre los 5 y 30 centímetros. Se dectaron cerca de estructuras pétreas y nos hace pensar que su función está relacionada con las mismas, como pequeños huecos de poste, que sirvieron para sujetar diversos materiales vegetales: cercas, puertas exteriores, cierrres, para colgar y sujetar útiles de la casa,...
En la ladera del Naciente, excavada en 1987 y 1988, por medio de sondeos arqueológicos, fueron también muy abundantes del huecos excavados en la roca base. Por lo general estos silos, si aceptamos lo que comentamos anteriormente, poseen unas medidas que van de los 1,5 x 1,2 metros el mayor de ellos, a el de 1 x 0,70 metros, el más pequeño. Es de destacar como cerca los mismos, se encuentra un muro que se encuentra completamente encajado en la roca base rebajada, es decir, que se excavó la roca pra proporcionar unos sólidos cimientos a esta estructura, pero no sólo en la zanja de construcción, sino que incluso la zona del piso o pavimento se halla totalmente rebajada y adquire una superficie plana y no pendiente o inclinada, como es la del monte en esta zona.
Es interesante señalar que en esta zona se pudo documentar como algunas de las paredes verticales de estos huecos excavados en la roca base, fueron constituadas con argamasa muy contacta, una vesz que están a ras de suelo, sugueriéndonos que la parte de pared externa, se elevaba a cierta altura del suelo y que posibilitaba que tuviera una tapadera y evitar de estar forma, la entrada de animales o lluvia a los mismos,..
Sobre este tema de los silos o depósitos excavados en la roca, para guardar alimento, tanto líquidos como sólidos, hay que recordar algunos pasajes en las fuentes clásicas de la época, que mencionan la existencia de los mismos y como eran usados por los habitantes de estos poblados, para las funciones que comentamos.
Nota.- En la fotografía superior, huecos y rebajes en la roca base en la ladera Este del yacimiento, localizados gracias a los diferentes sondeos arqueológicos realizados en esta zona, en las campas de 1987 y 1988. En la fotografía inferior, uno de los mejor conservados huecos excavados en la roca del castro, localizado en la ladera del Poniente, a lo largo de la excavación en área realizada en la zona, desde 1982 a 1986.

martes, 20 de octubre de 2009

SOBRE LOS MOLINOS DE MANO DEL CASTRO DE VIGO

Hoy vamos a detenernos a hablar de los molinos de mano encontrados en las diferentes campañas de excavaciones arqueológicas llevadas en el castro de Vigo y la problemática que plantean diferentes aspectos relacionados con los mismos: cronología, funciones, tipos,..
Aunque en este yacimiento se localizaron los dos tipos de molinos de mano, que se conocen, esto es, los planos o naviculares y los circulares, fueron estos últimos los que se documentaron en mayor número y sobre los que nos centraremos en este comentario.
Podemos decir que fueron recogidos cerca de medio centenar de molinos de mano a lo largo de las ocho campañas arqueológicas, desde 1981 a 1988. Aparecieron tanto fragmentos pertenecientes a la parte superior, como a la inferior. Esto es, la que se mueve y gira y la que está posada en el suelo y sobre la que se mueve la anterior. Hay que dejar contstancia, que también, la mayoria de ellos, se encontraron reulizados formando parte de construcciones diversas ( enlosados, casas,..) y en raras ocasiones se recogieron totalmente enteros y que podemos decir que aún se utilizaban para moler. Por ello, corresponderían a los molinos que podemos llamar "amortizados", quiero decir, que por su uso continuado ya no servían para su función original y, medio enteros o en parte, fueron reutilizados en vez de ser tirados. Hay que dejar constancia que la mayoría de ellos, se localizaron partidos a la mitad, para posibilitar mejor, su reutilización en tareas de construcción. También hay que señalar, que casi todas los fragmentos que correspondían a la parte superior, poseían un pequeño agujero en uno de sus laterales, para facilitar su movimiento giratorio.
Creo que no es aquí el lugar más adecuado para realizar un inventario de todos y cada uno de ellos, aportando sus medidas, pesos, tipos,...sino el pararnos a reflexionar sobre el tema de la cronología de los molinos giratorios o circulares, pues fueron mayoría entre los encontrados en el castro de Vigo y que plantean una interesante problemática, no tan sólo aquí, sino en todos los yacimientos castreños y romanos en general.
Son numerosos los autores que han tratado el tema y pasaremos revista a una selección de ellos.
Así tenemos que si para el arqueólogo portugués, Ferreira de Almeida, el molino circular sería una importante novedad en el período que él denomina "castrejo medio" y que sitúa en torno al siglo I antes de Jesucristo, o para concretar más, a partir del año 61 antes de Jesucristo, fecha de la expedición de "reconocimiento" de Julio César a nuestras costas, el arqueólogo gallego, Fariña Busto, los pone en relación con la iniciación de las practicas agrícolas con uso de arado, situando ese momento hacia el siglo IV antes de Jesucristo. Otros autores, como el arqueólogo asturiano, Luis Maya, nos dice que será introducido a partir de la segunda mitad del siglo IV antes de Jesucristo, pero continuará su uso con la romanización.
Otro arqueólog portugués, Correira Borges, al estudiar los molinos de Conímbriga, nos indica ( sin mencionar para nada la fecha concreta de su introducción) que en época romana se generaliza, existiendo diferentes modelos que corresponden a una determinada evolución cronológica y unas distintas formas de su utilización.
A su vez, el insigne arqueólogo, Maluquer de Motes, estudiando el poblado hallstático de Cortes de Navarra, nos señala que el momneto del inicio de la difusión de los molinos circulares por el valle del Ebro, se sitúa en torno al 450-430 antes de Jesucristo. Este mismo autor, pero aquí analizando el castro de Los Castillejos, en Sanchorreja, nos comenta que al no localizar ninguno en este yaciiento y teniendo en cuenta que este importante poblado llega al 400 antes de Jesucristo, la introducción de los mismos, se dará en la Meseta en una fecha más tardía. Y así vemos, como corraborando esta idea, que estos molinos son abundantes en Las Cogotas, yacimiento éste, que posee un marco cronológico más amplio que Sanchorreja, sobrepasando el 400 antes de Jesucristo; ocurriendo lo mismo en el castro de Chamartín de la Sierra.
Por todo lo apuntado y a la vista de los nuevos datos obtenidos en nuevas excavaciones arqueológicas, podría situarse la introducción de los molinos circulares o giratorios en la cultura castreña hacia le siglo III antes de Jesucristo, perviviendo y generalizándose su uso ya en época romana. La flexibidad de esta fecha, tendrá que adaptarse en la maoría de ocasiones, a yacimientos concretos y su problemáticas.
Para finalizar, comentar que en lo que respecta a los molinos giratorios encontrados en el castro de Vigo, sabemos que ya en el siglo I antes de Jesucristo su uso está muy generalizado y se continúa utilizando hasta el abandono definitivo del poblado, esto es, hacia el siglo II después de Jesucristo.
En la fotografía, podemos observar la localización "in situ" de la parte inferior (o durmiente), de uno de estos molinos circulares en la campaña de 1984, formando parte de un empedrado bien documentado en esta zona.

COTOGRANDE: LA NECRÓPOLIS MEGALÍTICA OLVIDADA

En la actualidad, en el momento que estamos asistiendo a una revalorización de nuestro patrimonio cultural en diferentes medios, existen monumentos arqueológicos, que habiendo sido la sensación períodística del momento y un punto de referencia para los estudios posteriores sobre la materia, han pasado al más absoluto olvido por parte de las autoridades competentes en la materia, responsables de su conservación y defensa y también por el público en general, al no haber sido suficientemente divulgados, fruto de mencionada actitud que conllevó la no difusión de estos importantes restos de nuestro más remoto pasado y por ello, de nuestra común memoria colectiva. Hoy trataremos de uno de ellos. Se trata de la excepción necrópolis megalítica, ubicada en Cotogrande, en la parroquia viguesa de Cabral.
Comienzan las excavaciones arqueológicas en 1989 y finalizarán en 1992, en las que se excavarán tres túmulos megalíticos en el conjunto arqueológico de Cotogrande o Couto Lousado, en la parroquia de Cabral. La primera campaña de excavación del primer monumento megalítico se realizó bajo la direccción del que suscribe estas líneas y Juan Carlos Abad Gallego y dió como resultado un enterramiento muy peculiar y sin precedentes directos en el noroeste de la península ibérica: una cámara central de pequeño tamaño conformada por una losa granítica rectángular dispuesta con una gran pendiente. Este tipo de estructura nos estaba indicando un enterramiento individual, poco frecuente en esta cultura. Esta extraordinaria cámara la cubría un túmulo de tierra, de unos 20 metros de diámetro, que poseía dos anillos líticos superpuestos y una muy biben cuiada coraza de pequeñas placas pétreas. Se encontró abundante material arqueológico que hoy puede verse, en parte, en el museo municipal "Quiñones de León", formado por diversas láminas y microlitos de sílex, puntas de fecha fabricadas en diferentes tipos de material lítico, hachas pulidas, gran cantidad de cerámica lisa y decorada,que en ocasiones apareció casí enteras...
Las siguientes "mámoas" fueron excavadas baja la dirección de Juan Carlos Abad. Una de ellas es un monumento tumular que ronda los 20 metros de diámetro y que posee una altura superior a un metro. Se excavó la cámara y se documentó la coraza lítica que cubría su túmulo. Finalmente, en la última, que poseía una extraordinaria coraza lítica de unos 25 centímetros de diámetro y unos 2 metros de altura, se pudo detectar diversos momentos constructivos de la misma y utilización del monumento funerario.
Al lado de los materiales arqueológicos recogidos ya señalados, estas intervenciones, gracias a los análisis de Radiocarbono realizados en muestras recogidas en las diversas campañas, ofrecieron unas dataciones muy antiguas para este tipo de monumentos megalíticos, que marcaron un antes y un después a la hora de hablar de la cronología y la antigüedad de la cultura dólmetica en nuestra zona. Se pasaba de los 5.000 años a plantear unos 7.000. Todo ello y gracias a su difusión en diversas publicaciones y presentación en congresos internacionales, hizo que la necrópolis de Cotogrande, sirviera para ser una referencia necesaria a la hora de hablar de la cultura megalítca y por ello del neolítico en la noroeste peninsular.
Acabar señalando que estas campas arqueológicas se llevaron a cabo con caracter de urgencia, pues en la zona se iba a desarollar un ambicioso proyecto industrial. En la actualidad todo está como estaba y por desgracias, de los monumentos megalíticos excavados, sólo se puede reconocer algo del primero...y de los otros es hasta su localización entre la vegetación abundante de la zona....No llegó el cambio prometido de uso de los terrenos, en los que dichos monumentos serían musealizados y quedarían a la vista para el disfrute general y por contrario, llego el abandono, la desidia, ..y todo lo que conlleva esto: el olvido
Sólo nos queda, como en muchos otros casos, los recuerdos fotográficos, como los que hoy ofrezco aquí: en la primera imagen, en la parte alta, una vista del primer túmulo a la finalización de la excavación; en la intermedia, podemos apreciar la peculiar cámara funeraria del citado monumento; y por último, tenemos un detalle de la intervención realizada, en la que se ve perfectamente la coraza lítica que cubría la totalidad del túmulo megalítico.

sábado, 17 de octubre de 2009

LAS HACHAS PULIMENTADAS DEL CASTRO DE VIGO

Hoy, desde aquí, trataremos un tema que aún hoy día no está totalmente resuelto. Me refiero al hallazgo de hachas pulimentadas en los castros. El castro de Vigo, no fue una excepción, y a lo largo de las intervenciones arqueológicas realizadas en el mismo, ha dado diversas hachas de este tipo de diferentes tamaños, material, colores y formas, que pasamos a analizar brevemente a continuación.
La primera referencia de hallazgo de este tipo, ya la tenemos en 1929, con la vista a nuestra ciudad del famoso arqueólogo aleman, Hugo Obermaier, en que se nos dice que entre otros materiales se encontró una pequeña hacha pulimentada. En 1970, se localizó otra que en la actualidad está en el museo "Quiñones de León". Es de fibrolita y mide unos 8,2 centímetros de longitud, 4 centímetros de ancho y posee unos 2 centímetros de grosor medio. Ya en 1982, se localizó otra, de características totalmente diferente: es de ónice veteado con tonos marrones y blancos y sus medidas son: 3,4 centímetros de largo, 0,9 centímetros de grosor medio y su anchura varia de los 2,7 centímetros en su zona afilada y tan sólo 1,3 en su otro extremo. En la campaña siguiente, 1983, hay que citar el hallazgo de un fragmento de otra hacla pulimentada de tonalidad verdosa y tamaño medio. En 1984, se encontraron dos más de sección elíptica y otro elemento pulimentado (tipo jubia) muy fino pero de gran dureza, de sección oval, de 5,5 centímetros de largo, 1,2 centímetros de ancho máximo y tan sólo 0,4 centímetros de grosor. Aquí, también hay que recordar otras hachas localizadas en épocas anteriores a la visita de Obermaier( visita de la Comisión de la Diputación de Pontevedra, con López Cuievillas a la cabeza, en 1928) y otras más cercanas, como las de 1968 y 1982, encontradas por el estudioso de nuestro pasado, P. Díaz, que conocemos por referencias verbales.
La problemática sobre estos hallazgos arqueológicos en los castros es muy grande y diversos autores han aportado soluciones o hipótesis para intentar resolver este dilema. Asi algunos mencionan la posibilidad que estas hachas sean fruto del expolio de megalitos; que corresponden a niveles de ocupación anteriores a la Edad de Hierro; o bien que sean contemporáneas de la cultura castreña. Dentro de la utilización de estas hachas en época castreña, hay que señalar que bien pudieron ser empleadas en funciones meramente prácticas o bien utilizadas con cierto carácter mágico.
Por mi parte, opinar en cuanto a la función de las mismas, que deben de analizarse una por una y por las características de cada una ( material de fabricación, dimensiones, ..), nos hablará de su utilización práctica o mágica en su vida cotidiana. Así, por ejemplo, la hacha de 1970, con unas medidas y grosor determinados pudo ser utilizada para funciones eminentemente prácticas ( como talar árboles, por ejemplo ) y la de 1982, de material y dimensiones totalmente diferentes, podría estar más vinculada a una función más bien mágica o religiosa.
En la imagen, dos útiles localizados en la campaña de 1984: uno corresponde a la tipología tradición de las hachas pulimentadas y el otro, podría considerarse más bien una especie de jubia, bien documentados los dos tipos en épocas anteriores.

viernes, 16 de octubre de 2009

LOS DIFERENTES TIPOS DE HOGARES DEL CASTRO DE VIGO

A lo largo de las ocho campañas arqueológicas llevadas a cabo en el castro de Vigo, se pudieron estudiar diferentes hogares de las viviendas de este gran poblado castreño, que poseyendo diferente tipología, pasaremos a comentar brevemente aquí.
La diferencia primera, es la ubicación de los mismos. Al lado de la mayoría de ellos, que están en el interior de la cabaña, tenemos algunos localizados en el exterior de la misma. Los otros, pueden estar en el centro de la vivienda y en otras ocasiones, junto a una de sus paredes.
Como regla general podemos decir que cuando hemos encontrado hogares, también se pudo documentar bien el pavimento o piso de funcionamiento de la casa. El hogar más sencillo, consiste en la presencia de arcilla cocida con restos de señales de fuego encima justo de la citada arcilla, haciendo que en dicha zona, tengamos un grosor mayor en el mencionado piso.
Luego tenemos los que nos viene dados por una zona que está delimitada por piedras hincadas. La tipología aquí se centra en formas cuadrangulares o rectangulares, pero que poseen uno de sus lados abiertos, para hacerlos más operativos. Tenemos varios ejemplos, que se van a diferenciar por el material que posee en el espacio delimitado. Al lado de unos, que poseen losas o piedras planas , otras se localiza la roca base rebajada y finalmente otras tienen arcilla enrojecida y endurecida al fuego.
Una forma intermedia, nos viene dada por una sola piedra hincada en la parte superior y el resto, lo constituye directamente, arcilla enrojecida.
Como algo posterior a los anteriores, poseemos un hogar localizado en una casa de planta cuadrangular datada cronologicamente en el siglo I depués de Jesucristo, que nos venia dado por una piedras hincadas, formando un espacio rectangular, dentro del cual, estaban varios ladrillos romanos, formando su base.
En las fotografías, tenemos dos hogares localizados en las primeras campañas de la década de los 80, del siglo pasado. En una podemos ver, un hogar formado por piedras hincadas y en su interior losas planas con claras huellas de haber sido sometidas a fuego constante y que se ubica pegado al muro sur de la vivienda. Por el contrario, en la otra, poseemos un hogar, formado también por piedras hincadas, pero su interior nos presenta ya directamente, la roca base rebajada. Por otra lado, dicho hogar se localizaba en la zona central de la vivienda.

miércoles, 14 de octubre de 2009

LOS "CONCHEIROS" DEL CASTRO DE VIGO: LA MEJOR INFORMACIÓN

Sin lugar a dudas, los hallazgos que proporcionan los "concheiros", nos ofrecen una valiosa información de todo tipo, si tienes la suerte de encontrar alguno de ellos. En el castro de Vigo la tuvimos y así tanto en una como en otra de las laderas excavadas ( una por medio de excavación en área y la otra mediante sondeos o catas arqueológicas ), localizamos varios "concheiros" de los que pasaremos, brevemente, a hablar en este comentario.
El primero de ellos, lo encontramos en la zona media de las estructuras castreñas excavada en 1982 y aunque fue de poca potencia, nos dió numerosos materiales arqueológicos, bien conservados al estar "protegidos" por el material calcáreo procedente de las numerosos fragmentos de moluscos localizados. Así al lado de cerámica indígena lisa y decorada, cerámica romana fina y común y algunos pequeños objetos de bronce, pudimos documentar la presencia de los siguientes restos óseos y de moluscos:
En cuanto a los primeros, se pudo identificar un fragmento de radio pertenecientes a un "bos taurus" (vaca, buey/toro); diversos metacarpios de oveja/cabra; y un fragmento de mandíbula de un pez grande. Los moluscos gasteropodos más abundantes presentes fueron : la "littorina litttorea" (caramujo), y la "patella sp." (lapa). La variedad de los moluscos bivalvos fue mayor: "lutraria lutraria" (arola); "cardium edule" (berberecho); cardium tuberculatum" (berberecho tabioso); "ostrea edulis" (ostra plana ); "venerupis pullastra" (almeja babosa): "venerupis decussata" ( almeja fina); "mytilus edulis" (mejillón; "sptandella rugosa": "pecten maximus" (vieira ); y "solen marginatus (navaja).
El otro "concheiro" fue localizado durante la campaña de sondeos arqueológicos de 1987. Éste a diferencia del que acabamos de analizar, poseyó más potencia estratigráfica y se extendía más en superficie. Al lado de fragmentos de huesos de los animales ya documentados en al anterior, así como gran cantidad de moluscos gasterópodos y bivalvos de similar clasificación a los estudiados anteriormente, se encontró un auténtico "basurero" de gran cantidad de ánforas romanas, de diferentes cronología, que aparecían en grandes fragmentos e incluso una llegó hasta nosotros intacta. Hay que señalar que todos estos recipientes cerámicos de transporte ya corrrespondían a época imperial romana.
Junto a esta ingente cantidad de restos anfóricos y de conchas, se pudo recuperar varios objetos de bronce, llamándonos la atención, el hallazgo de una bien conservaba aguja de dicho metal, que bien pudo haber servido para sacar la comida de los numerosos caramujos encontrados y que finalmente "quedó perdida" en esta escombrera, para disgusto de su propietario.
Como se podrá imaginar uno estos datos son muy importantes para establecer los alimentos que comían los habitantes del castro y los materiales de importación que traían otros roductos que se consumían ahí y que aquí no había, como era el vino, el aceite o el famoso "garum" o salsa de pescado, muy célebre en entre las clases altas romanas.
Nota.- Ilustran este pequeño comentario, un fotografía que nos ofrece una vista parcial del "concheiro" de 1987, en la que se pueden ver diferentes restos óseos y de moluscos; y en la otra, podemos apreciar la ánfora romana entera que apareció entera, luego de haber sido retirada gran cantidad de otros restos anfóricos que estaban encima de ella.

viernes, 11 de septiembre de 2009

DE PLATA Y BRONCE: LAS MONEDAS ROMANAS DEL CASTRO DE VIGO

En el Castro de Vigo, a lo largo de todas las campañas arqueológicas realizadas, tanto en la zona de excavación en área como en diversos sondeos llevados a cabo por todo el monte, se localizaron diversas monedas de plata y bronce romanas de época romana. Vamos a pasar a continuación, a hacer una pequeña reseña de las mismas:

La primera moneda romana localizada en el castro de Vigo corresponde a un as de Trajano (98 al 117 después de Jesucristo) y se encontró en la campaña arqueológica de 1970. Está mal conservada, observándose en el anverso el busto laureado mirando a la izquierda, con una inscripción a su alrededor ilegible. En su reverso, aún peor conservado, sólo podemos ver una figura de pie en la zona central de la moneda.

En las excavaciones de 1981 se localizaron dos monedas de plata y una de bronce. La primera de plata se trata de un denario de Vitelio, pudiendo fechar esta moneda en el año 69 después de Jesucristo, pues es en este año cuando Vitelio vence a Otón, pero a su vez, un poco más tarde, es vencido por Vespasiano. En el anverso tenemos el busto de Vitelio laureado a la derecha y en el exergo podemos leer: A. VITELLVS. GERM. IMP. AVG.. TR.. En el reverso, vemos a los bustos de los dos hijos de Vitelio, con las cabezas desnudas, mirándose el uno hacia el otro. El varón a la izquierda y la hembra a la derecha. En el exergo leemos LIBERI. IMP. GERM.AVG.. Posse 17 centímetros de módulo y 4 gramos de peso. Posee un buen estado de conservación.

También de plata es el quinario de Octavio Augusto, en que tenemos en el anverso, la cabeza desnuda del emperador a la derecha. Atrás, AVGUST. En el reverso, victoria vestida, de pie, hacia la derecha, con las manos colocadas hacia el trofeo que consiste en un yelmo, con coraza, etc; como base del trofeo posee un puñal y una espada curva. En el exergo P. CARIS. LEG… Posee 13,5 mm. De módulo y 2,10 gramos de peso. Buena conservación. Corresponde a un tipo de monedas muy bien estudias, emitidas por P. Carisio y cuya ceca fue Emérita Augusta (la actual Mérida). Nos da una cronología que va desde el 25 antes de Jesucristo (fecha de la fundación de dicha ciudad) al 27 de Junio del año 23 antes de Jesucristo ( fecha que Augusto recibe la tribunicia Potestad). Para algunos autores, la emisión de este tipo de moneda puede ser anterior a la fundación de Emérita Augusta y ser acuñada “en virtud imperatoria de P. Carisio para pagos consiguientes a la etapa preparatoria de la deductio”. Está muy bien conservada.

Por último, tenemos ya de bronce, un as de Octavio Augusto, que posee 23,50 mm. de módulo y 9,20 gramos de peso. Posee una mala conservación. En el anverso, efigie fde Augusto mirando a la izquierda con inscripción ilegible. Reverso, escudo o “caetra” con umbo central formado por un pequeño círculo relleno de radios. A su alrededor se observa un dibujo geométrico dividido en cuatro sectores formados por dobles arcos de circunferencia. La ceca de esta moneda posiblemente corresponda a Lucus Augusti ( el actual Lugo) y fueron emitidas durante las campañas que dirigió P. Cario. El momento de emisión, hay que fecharlo “ a partir del 16 de enero del año 27 antes de Jesucristo, en que Octavio recibe el título de Augusto y con anterioridad al año 23 antes de Jesucristo en las que las monedas de P. Carisio presentan a Augusto con la titulación de TRIB. POTEST.

Ya en la campaña de 1984, pudimos documentar tres monedas de bronce. La primera de ellas es un sextercio de Agrippa (39 al 27 antes de Jesucristo), que por poseer un muy mal estado de conservación nos ha llegado medio fragmentada, por lo cual podemos decir que el diámetro de la misma oscila entre 25 y 21 mm. y su peso es de tan sólo 3,90 gramos. En el anverso vemos la cabeza de rasgos finos, cuello largo, ladeado a la derecha de Marco Vipsanius Agrippa, no pudiendo apreciar ningún tipo de inscripción en su exergo, por las circunstancias citadas. En el reverso, Liberilitas (la Liberalidad) , matrona que se presenta normalmente a pie, si bien ésta está sentada, llevando una tabella en la diestra y una cornupia en la izquierda.

Las otras dos monedas son un sextercio y un as de Adriano ( 117-138 después de Jesucristo). En el anverso de la primera, vemos la cabeza laureada del emperador, ladeada a la derecha. Por detrás H (adria) NUS. Por delante, AUGVUSTVS. En el reverso, Hilaritas (El Júbilo), alegoría simbolizada por una cornupia y palma, acompañada por dos niños. Es de bronce, su diámetro es de 33 mm. y su peso es de 20 gramos. Posee una regular conservación. Por último tenemos un as de bronce/cobre y vemos en su anverso la cabeza laureada del emperador Publuis Aelius Hadriaanus ladeada a la derecha. A su alrededor leyendas ilegibles. En el anverso, Pax (La Paz), simbolizada por una mujer de pie, sosteniendo una rama de olivo y una cornupia. Su diámetro oscila entre 27 y 25 mm. (por su mala conservación) y su peso es de 10,070 gramos.

En la campaña del año siguiente, 1985, fueron localizadas dos monedas de bronce. Una de ella es un as de patrón semiuncial reducido, de 26 mm. de diámetro y 9,320 gramos de peso. En el anverso, se puede ver la cabeza de Hércules-Melkart a la izquierda, con clava al hombro y gráfila de puntos gruesos y separados. Arte romanizado. En el reverso, dos atunes a la izquierda y símbolos de estrella y lúnula y punto a la izquierda, de pequeño tamaño. Gráfila de puntos separados. Posee leyenda superior (central e inferior) con letras ibéricas y latinas. Esta moneda fue acuñada en Gades (la actual Cádiz) y se puede datar entre el año 45 antes de Jesucristo hasta la época de Claudio. La otra moneda también es un as de 27 mm. de diámetro y 9,630 gramos de peso. En el anverso, se ve la cabeza desnuda de Caius Iuius Caesar Octavianus a la izquierda. Leyenda alrededor: delante del rostro, PERM. CAES: y por detrás de la nuca, AV6. P.M.. En el reverso, dentro de láurea, en cuatro líneas: LIBERAL / ITATIS / IVLIAV / EBOR.. La ceca de esta moneda fue Évora (Portugal) y podemos fecharla entre el año 27 antes de Jesucristo al 14 después de Jesucristo. Posee muy buena conservación..Es curioso mencionar que la citada moneda poseía un pequeño orificio en la parte central del reverso, que nos hace pensar que fue utilizada como colgante en un collar y para que se pudiese leer perfectamente la leyenda que posee en dicho lado de la moneda.

Ya en 1986, se encontraron dos ases pertenecientes a Octavio Augusto y acuñadas en Celsa (hoy en día, Venilla del Ebro, Zaragoza), conocida en su tiempo como Colonia Vietrix Ivlia Celsa. El primero de estos ases, posee un diámetro que oscila entre 30 y 28 mm. y su peso es de 14,400 gramos. En el anverso, laurea, dentro cabeza de Octavio a la derecha, alrededor AVGVST. C.I.V. CELSA. En el reverso, toro a derecha, alrededor L. CORN. TERRE. M. IVN. HISP. II VIR. P. V. , sería la lectura total en este original muy bien conservado. El otro as, tiene un diámetro medio de 28 mm. y su peso es de 10,500 gramos. Originalmente, podríamos observare en el anverso, la cabeza de Octavio a derecha y alrededor AVGVSTVS DIVI. F.. En el reverso, un toro parado a derecha, encima, L. SVRA, debajo L. BVCCO y a los lados, II VIR. C.V.I. CEL.

En 1987, se encontraron dos monedas de bronce: un as de Octavio Augusto acuñado en Caesar Augusta (la actual, Zaragoza) y un dupondio de Tiberio. El primero presenta el esquema general de este tipo de monedas acuñadas en esta ceca: en el anverso, tenemos el busto imperial y el reverso, nos presenta una yunta fundacional. Por ambos lados, inscripciones alusivas al emperador y la ciudad en la que fue acuñada. Por último, tenemos el dupondio de Tiberio (entre el año 14 al 19 antes de Jesucristo), acuñado en la Colonia Rómula (la actual Sevilla), presentando en el anverso el busto del emperador y en el reverso, el de su madre, Livia. No podemos concretar más detalles, por el mal estado que presenta esta moneda.

Por último, en 1998 fue encontrada una moneda de bronce correspondiente a otro as de Octavio Augusto, pero éste, acuñado en el Municipium Calagurris Iulia Nassica (la actual Calahorra, La Rioja). El modelo que poseen, es el tradicional de las cecas del valle del Ebro: en el anverso, el busto del emperador y en el reverso, representación del típico toro de la región del Ebro en posición lateral, acompañado por los nombres de los magistrados

Para finalizar, aunque este tema da para otro comentario, sólo mencionar que también fueron localizadas durante las excavaciones realizadas en este yacimiento, varias monedas medievales, pero fuera de contexto arqueológico, pues se encontraron en niveles revueltos en distintas zonas del mismo. Se trata en primer lugar de cinco monedas de cobre españolas y tres portuguesas. De las primeras tenemos, en primer lugar una moneda de cobre, una “blanca” cuya posible ceca fue Cuenca y de tiempos de Felipe II; una moneda de cobre de cuatro maravedíes de la época de Felipe III y ceca de Burgos; una moneda de cobre de ocho maravedíes y otra también del mismo metal de dos maravedíes, resellada, de la época de Felipe IV y de ceca incierta y por último, una moneda de cobre de 16 maravedíes del mismo rey, acuñada en Madrid. Por último, las monedas medievales portuguesas, se tratan de tres monedas de cobre de D. Manuel I, acuñadas en O Porto, correspondientes al valor de ceitiles.

Nota.- Ilustra este comentario, una fotografía de dos monedas de bronce del emperador Octavio Augusto, acuñadas en las famosas cecas del valle del Ebro, tan vinculadas con las relaciones comerciales de nuestro castro con esa área geográfica, localizadas en las últimas campañas arqueológicas en este yacimiento y que se pueden contemplar en el museo municipal “Quiñones de León” de Vigo.



jueves, 10 de septiembre de 2009

NUEVOS DATOS SOBRE EL PALEOLÍTICO DE LA COMARCA DE VIGO

El arqueólogo Eduardo Méndez Quintas, acaba de publicar en la prestigiosa revista Zephirus de la Universidad de Salamanca, concretamente en su volumen LXII que corresponde al año 2008, un artículo que da más información sobre uno de los más importante yacimiento paleolítico gallegos y el más conocido de nuestra zona, que engloba el valle do Louriña, Alvedosa y Fragoso. Nos referimos logicamente al yacimiento de "As Gándaras" de Budiño, en la ayuntamiento de O Porriño. En el trabajo, que lleva por título " La industria lítica de las facies coluviales del yacimiento achelense de As Gándaras de Budiño. El locus V en las excavaciones de Vidal Encinas" nos introduce en toda la problemática que desde las primeras excavaciones de Aguirre y las contravertidas dataciones de Carbono-14, pasando por los diferentes estudios del mu,eroso y complejo material lítico, a rodeado siempre a este excepcional yacimiento arqueológico, hoy casi totalmente desaparecido por la autovía que pasa por la zona de O Porriño en dirección a Tui.
En sus veinte páginas de texto ilustrado con numerosos diagramas, fotografías y dibujos, nos explica las circunstancias especiales que lo han hecho tan famoso y planea finalmente, unas conclusiones generales sobre el asunto, recomendando la excavación arqueológica de nuevo en lo que puede quedar del citado "campamento nómada prehistórico" de Budiño.
Felicito al autor por el trabajo y animo a más estudiosos del tema que se planteen retomar los estudios y los trabajos sobre este período que por desgracia no posee abundantes publicaciones relacionadas con el mismo, a pesar, de los hallazgos de valiosas piezas paleolíticas, como las que en otro comentario de este blog, tenemos en los fondos del museo municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad y que al haberse localizado de una manera fortuita, en diferentes parroquias viguesas, no sabemos si se puede tratar de un yacimiento susceptible de ser excavado o si las piezas están en una "posición secundaria" y pueden proceder de otra zona cercana en la que se pudiera localizar el mencionado yacimiento.
Por eso los trabajos que se puedan hacer en Budiño ( y como no, los que se están desarrollando en Portovedra), son muy importantes para nuestra comarca, pues nos darán las pautas sobre nuestros propios hallazgos arqueológicos corrrespondientes al paleolítico en la comarca viguesa, por meros paralelismos tipológicos o hipótesis secuenciales.
Además el yacimiento de As Gándaras de Budiño, siempre estuvo presente en la historia de la arqueología de nuestra ciudad. Al estar la gran mayoría de los materiales arqueológicos localizados en las antiguas excavaciones en el museo "Quiñones de León" ( algunos están depositados en el museo provincial de Pontevedra) unidos a muy buenas donaciones y depósitos de materiales procedentes de hallazgos aislados de esa área y adyacentes, como es la del Baixo Miño, realizados por particulares a lo largo de muchos años, hicieron de estos piezas líticas que fueran objeto constante de referencia en los estudios locales y de divulgación arqueológica de nuestra comarca.
Finalizó aquí este pequeño comentario, que sólo quiere dar a conocer la buena noticia de esta nueva publicación sobre este importante yacimiento, animando a los que lo deseen a leer este interesante y documentado trabajo y que los interesados que así lo quieran, pueden acercarse al citado museo a observar las piezas que ya hace unos 150.000 años fabricaban nuestros antepasados con una destreza impresionante, golpeando con una habilidad excepcional un canto rodado de cuarcita contra otro, buscando crear, según las necesidades, unas bifaces, unes hendedores,... dejando alrededor del "taller" los núcleos que le habían sobrado o las lascas que habían saltado en el lento proceso de realización de dichos útiles paleolíticos.
Nota.- En las fotografías, cedidas gentilmente por Eduardo Méndez Quintas, podemos ver dos interesantes piezas paleolíticas, procedentes de las excavaciones de E. Aguirre y que se custodian en el Museo municipal "Quiñones de León" de Vigo

jueves, 3 de septiembre de 2009

LAS ÚLTIMAS CASAS DEL CASTRO DE VIGO

Cuando hablamos de las últimas viviendas del castro de Vigo, nos referimos a las que habitaron los últimos habitantes del poblado castreño, antes de ser abandonado totalmente este habitat y que podemos fechar hacia mediados del siglos III después de Jesucristo. En ese momento se va a producir la implantación de un nuevo tipo de asentamiento romano, desconocido en nuestra zona hasta esa fecha, que serán las "villae" que van a atraer a las gentes procedentes de los enclaves castreños, que ya han perdido todo su valor estratégico y los cambios económicos ocurridos en los siglos anteriores, propician este traslado.
Las viviendas que corresponde a este período cronológico se van a diferenciar mucho en su construcción de las anteriores. Aquí, las cimentaciones de sus muros no llegan a la roca base, en algunos casos, sólo consisten en varias hiladas y bastante mal colocadas. Abundan los aterrazamientos para sortear desniveles de terreno, pero estos también serán mal acabados. Sin embargo en interior de la casa presentará los mismos elementos que los que estamos habituados a ver en la de los siglos anteriores: pavimentos de tierra o arcilla pisada y/o endurecida al fuego y un hogar de forma rectangular que nos viene dado por un espacio delimitado por pequeñas piedras hincadas y en su interior, una capa gruesa de arcilla quemada.
Los pocos materiales arqueológicos que hemos encontrado que podemos datar en esta última ocupación del poblado son basicamente fragmentos de cerámica romana de importación, como son las denominadas "cerámicas paleocristianas", tanto anaranjadas como grises y con la típica decoración estampillada de palmetas y "terra sigillatas" claras lisas.
En la fotografía que acompaña este comentario se puede ver parte de una de esas casas tardías. En concreto tenemos, por encima de una vivienda anterior, restos de un muro de mala construcción y un hogar, en la zona central, que cuando estaba en funcionamiento, lógicamente la casa anterior, ya estaba abandonada.
Tenemos que señalar que de este tipo de estas viviendas fueron pocas las encontradas, lo que nos hace pensar en una escasa ocupación ya en estas épocas tardías o una utilización temporal de ellas.
Lo que se puede deducir de estos últimos momentos de ocupación del gran poblado castreño del siglo I-II después de Jesucristo es que ya en esas fechas, la mayoría de la población se había desplazado al núcleo de nueva creación proto-urbano que sería del "Vicus Helleni" y ya en los siglos III-IV después de Jesucristo se culminaría este proceso con el abandono total del castro de Vigo y el asentamiento en las reiente creadas villas romanas que jalonarán el litoral, al norte y sur del citado nuevo hábitat.

LA CASA MÁS ROMANA DEL CASTRO DE VIGO

Fue en los trabajos de excavación arqueológicos realizados en el castro de Vigo, en 1983, cuando se pudo desenterrar totalmente la planta de una vivienda pétrea , que por sus características constructivas y formales y sobretodo por los hallazgos de los materiales arqueológicos localizados en el nivel de funcionamiento de esta casa, podemos considerar sin lugar a dudas, la que presenta más argumentos para considerarla con los elementos de la cultura romana más fuertes y que la hace sin duda la más romanizada de todas las encontradas hasta la actualidad en este importante yacimiento castreños. Su datación podemos situarla hacia la primera mitad del siglo primero antes de Jesuccristo, que corresponde al momento de mayor auge y apogeo del poblado que está viendo hacer a sus pies el núcleo incipiente de lo que será más tarde el famoso "Vicus Helleni", en es esa se centra en la zona del "Areal" con un importante puerto de mercancias y industrias relacionadas con la obtención de la sal marina ( tanques de salinas) y elaboración de productos culinarios de alto precio, como es la fabricación del tan conocido y apreciado "garum" romano ( piletas de salazón).
Pero volvamos a la casa y al momento de su descubrimiento, para conocerla con más detalle:
En la excavación inicial de la estructura, se pudo ya determinar que poseía un muro adosado a la roca base del monte, que previamente se había rebajado de forma vertical ( como es muy habitual en este yacimiento). También se pudo documentar como de este muro pegado a la roca base granítica, partía el cierre de la vivienda, que venía dado por un pequeño muro que conservaba pocas hiladas de su primitiva pared y cerca del cual se encontró parte del umbral de la vivienda, fue de su lugar original.
La planta de la casa es cuadrada y mide aproximadamente unos 5,5 metros de lado. Poseía un hogar de forma rectangular, en la zona central de la misma y nos venía dado por varias piedras hincadas en el piso o pavimento y en el interior del espacio que delimitaban, se podían observar diferentes ladrillos dispuestos horizontalmente al nivel de ocupación de la vivienda. Hay que hacer notar que este piso, en parte de tierra pisada y en otras de arcilla cocida, se conservaba perfectamente en toda ella y por debajo de él, pasaba el canal excavado en la roca base ya descubierto en 1982 y existía una pileta o hueco de forma rectangular también excavado en la roca base.
La esquina mejor conservada de la casa, corresponde a la situada hacia el sudeste, poseyendo la pared de la casa en esta zona cerca de un metro de altura. En la excavación de las cuadrículas correspondientes a el área que ocupaba esta estructura, se pudo documentar perfectamente la estratigrafía relativa al momento de ocupación y abandono posterior de la vivienda. Así tenemos que sobre el pavimento de ella, era bien visible el derrumbe del muro de la casa y la techumbre de ella, que venía dado por numerosas piedras trabajadas y tejas romanas.
Para finalizar comentar que fueron numerosos los materiales arqueológicos encontrados encima del piso de ocupación, así como, otros en sus cimientos y que nos posibilitaron para la datación de esta casa. Así tanto las cerámicas indígenas y romanas, como diversos objetos metálicos que se pudieron analizar, nos sitúan cronologicamente esta construcción en el siglo I después de Jesucristo y el nivel de funcionamiento más fuerte de la misma, hacia medidados del citado siglo.
Nota.- En la primera fotografía vemos una vista general de la casa luego de excavada y consolidada adecuadamente y en la otra imagen, tenemos un detalle del derrumbe de piedras y tejas romanas, localizado en una de las esquinas de la vivienda, durante la campaña de 1983 en el castro de Vigo.

martes, 1 de septiembre de 2009

LA VIVIENDA Y EL HOGAR MÁS ANTIGUO DEL CASTRO DE VIGO

Durante la realización de la campaña arqueológica de 1986 en el Castro de Vigo , tuvimos la fortuna de localizar la que sin duda alguna se trata de la vivienda o casa que posee una cronología más antigua de mencionado poblado con su respectivo hogar o "lareira", más concreto nos encontraríamos delante del hallazgo de los conocidos "fondos de cabañas" de la citada cultura, que los podemos rastrear por diferentes estructuras que formaban todo el conjunto, que era fabricado en su mayoría con material vegetal (troncos, ramas,..) y por dicha circunstancia no han llegado hasta nosotros.
Aquí nos viene dado por un espacio de forma oval o elíptica conseguido rebajando la roca base del monte, cuya longitud total no podemos aventurar pues un extremos de ella, se introduce en el corte estratigráfico realizado en dirección Este-Oeste. Al menos podemos decir que la parte desenterrada corrresponde a unos 7 metros y el ancho medio de la misma es de unos 3 metros aproximadamente. Es de destacar que el espacio delimitado por el citado rebaje, se encuentran en dos alturas diferentes. En la más alargada, se localizaron dos huecos alineados de poste, de reducidas dimensiones y están cerca el uno del otro y poseen una profundidad media de 20 centímetros. A continuación, en un área un poco más elevada, poseemos el hogar o "lareira" que ha llegado hasta nosotros, casi en su centro, que nos viene dado por una piedra hincada en la roca base y una base de arcilla enrojecida al fuego.
Por los materiales arqueológicos localizados encima del mencionado piso, podemos documentar el funcionamiento de esta vivienda entre finales del siglo III al I antes de Jesucristo. Podemos mencionar el hallazgo de una fíbula trasmontana, varios fragmentos de cerámica campaniense, tipo B, diversos trozos de ánforas romanas republicanas, tipo Dressel 1 y numerosas cerámicas indígenas tanto lisas como decoradas.
Podemos decir que aunque este tipo de vivienda es la más redimentaria y con una cronología mucho más antigua ( se han datada algunas en el siglo VI antes de Jesucristo), la localización de la nuestra, ya en una ladera del yacimiento, nos habla de esa datación más cercana a nosotros, pero sin duda, en la cima del monte, por desgracia totalmente alterado por diversas circunstancias a lo largo del tiempo, podrían haberse documentado este característico tipo de construcción primitiva con una cronología mucho más antigua y ligada al origen y formación de este poblado castreño.
Nota.- En las fotografías realizadas durante la excavación, podemos ver un detalle del hogar localizado y una vista general del "fondo de cabaña" del que hablamos en este comentario.

sábado, 22 de agosto de 2009

EL BIFAZ PALEOLÍTICO DEL CASTRO DE VIGO


Por desgracia, el público en general y bastantes investigadores de nuestro pasado, conocen muy poco del gran yacimiento arqueológico del Castro de Vigo, que por grandes dimensiones que ocupa y su importantes hallazgos, podemos considerar uno de los más importantes de todo el territorio gallego.
El desconocimiento comienza ya por no tener la información necesaria para saber, que luego de un centenar de sondeos arqueológicos llevados a cabo por todo el monte, así como la documentación de diversos descubrimientos fortuitos, la extensión que engloba el yacimiento abarca y sobrepasa todo lo que hoy en día nos viene delimitado por el parque público, pues por tenemos constancia de restos pertenecientes a este poblado castreña ya en la calle Hispanidad,...Para la inmensa mayoría de los que viistan la zona excavada dejada al aire libre, piensan que el poblado se reducía a lo que están viendo,...
Lo mismo ocurre con gran cantidad de piezas arqueológicas de extraordinario valor para conocer diferentes aspectos de este enclave ( economía, comercio, sociedad,.) lo mismo que otras, que a parte de su valor en si, se pueden considerar singulares, por haberse localizado en este gran yacimiento. Y hoy, en este comentario del blog trataremos de una de ellas: una hacha paleolítica encontrada en la campaña arqueológica de 1984.
En un sondeo arqueológico realizado a unos 30 metros, en dirección Norte, del área excavada en anteriores intervenciones y que hoy en día pueden verse las construcciones castreñas localizadas,
justo encima de la roca base y por debajo de los niveles de época castreña, se encontró esta pieza lítica que podemos describir de la siguiente forma: bifaz cortiforme sobre una gran lasca de cuarcita, con la punta fracturada y apenas cortex en ambas caras. Sus medidas exactas son: L = 15,5 centímetros; M = 9,97 centímetros; A =4,53 centímetros; O =6,92 centímetros; N = 9,46 centímetros; y E =3,36 centímetros. Con arista recta y cóncava y filo muy rectilíneo que alcanza los 28 centímetros de desarrollo.
Ejemplares semejantes a éste, no sólo fueron localizados en hallazgos aislados en varias parroquias de la comarca viguesa, sino que son muy frecuentes en los dos grandes yacimientos paleolíticos que poseemos cercanos a nuestra zona geográfica, que son "As Gándaras" de Budiño, en O Porriño y el de "Portovedra" en Gondomar. Estamos hablando de una datación superior los cien mil años de antigüedad, perteneciente al período que conocemos como "Paleolítico Inferior".
Si los diversos hallazgos arqueológicos de estas piezas en el municipio de Vigo, hace posible que en el futuro se localice un yacimiento sobre este período, hasta ahora no se ha podido documentar la existencia del mismo, que nos vendría dado por las huellas de un campamento de cazadores-recolectores: restos de estructuras habitacionales mínimas ( hogares, piedras alineadas,..), así como restos de trabajo de la piedra para la fabricación de útiles de caza ( hachas, hendidores, triedros, choppers, ..) que corresponderían al hallazgo de gran numero de lascas y/o núcleos de cantos rodados, por ejemplo.
Lo que tenemos hoy día, volviendo al caso que nos ocupa, es que este bifaz nos habla del paso por este monte, en esos tiempos remotos de uno o varios cazadores en su búsqueda de animales salvajes y posiblemente la pérdida o el abandono de esta pieza, por encontrarse en parte deteriorada en su punta,..
Nuevas excavaciones en la zona en la que ocurrió este singular hallazgo como en otras, posiblemente nos podrían dar más pistas y documentación sobre este período tan poco conocido en el Val do Fragoso.
Para finalizar, dejar constancia que en esta misma campaña, al igual que ocurriera en otras, se localizaron hachas pulimentadas, que tradicionalmente se situan cronologicamente en el Neolítico, pero estos objetos arqueológicos, además encontrados ya en claros contextos de la cultura castreña, plantea otros problemas, de los que trataremos en otro comentario, realcionados, desde su cronología hasta su función. Pero eso, como digo, lo dejamos para otra ocasión.
Nota.- En la fotografía wure ilustra este comentario, el bifaz al que hacemos referencia en el texto y que en la actualidad forma parte de los fondos arqueológicos del museo municipal "Quiñones de León" de Vigo, al igual que todos los demás materiales encontrados a lo largo de todas las campañas arqueológicas llevadas a cabo en este yacimiento.

sábado, 15 de agosto de 2009

LA VILLA ROMANA DE RECREO RECREADA: TORALLA

Luego de una vista a la villa romana de Toralla, que el público puede visitar desde el año pasado, en horario restringido y/o en visita guiada, me recordé de las excavaciones arqueológicas que tuve la suerte de llevar a cabo en ella, durante los tres primeros años de la década de los 90, del siglo pasado (como suena de antiguo, eso, y que cerca está,..) y buscando documentación sobre las mismas, me encontré con diversas fotografías de vistas aéreas que había realizado ( subido a una grúa de largo brazo metálico ) y realmente, a la vista de lo que acababa de ver "in situ" y el material gráfico, parecía que eran dos yacimientos distintos y realmente lo parecen, pues el que hoy podemos ver está tan maquillado y recreado que parece una maqueta a tamaño natural de la villa romana que allí se localizó.
Ahí tienen las fotografías y ustedes juzguen y saquen conclusiones.
La tarea inmediata a la excavación arqueológica es la de la consolidación de los restos encontrados, para darle una buena conservación a lo localizado. Luego la restauración se aplicará a las partes del conjunto que así lo requieran. Y punto.
El siguiente paso, en busca de una visita lo más didáctica posible, será la preparación de itinerarios y paneles explicativos,...
Pero la "recreación" o la "idealización" de un yacimiento arqueológico, en favor de una mala llamada musealizazión, nunca debe pasar con "construir encima de lo encontrado" o "añadir elementos" que el público puede no entender que fueron añadidos a posteriori.
En definitiva, si se quiere dar una idea de lo que pudo ser el yacimiento, se hace por medio de maquetas. Y estas pueden hasta llegar a ser de tamaño natural para su mejor comprensión: pudieron levantar la villa de "Toralla reconstruída" al lado de la original, pero sin dañar en nada a la importa, que en definitiva, es la que nos ha legado el pasado.
Ahora tenemos una villa romana con reformas del siglo XXI. Bien empezamos el nuevo siglo.
Para los que quieran conocer más el tema, les puedo recordar el magnífico ejemplo de la villa romana de La Olmeda, en Palencia ( en estos momentos muy conocida y batiendo record de visitantes ) o para los más viajeros, la excelente villa romana de Piazza Armerina, en Sicilia, dos ejemplos, de los muchos que podemos tener, en donde el respeto con lo antiguo no impide el disfrute y la compresión del conjunto para el público en general.
Deseo desde aquí, que las entidades competentes en la materia, antes de tener idea de la realización de nuevos "parques temáticos", piensen que lo más importante de todo, es la conservación de nuestro patrimonio cultural, al menos, como ha llegado hasta nosotros... sin ningún tipo de "maridaje", tema este que tan de moda está presente en nuestra cultura actual, en diferentes ámbitos, y que desvirtúa en gran parte, lo esencial de una herencia histórica: lo que ha llegado hasta nosotros y como ha llegado.

viernes, 17 de julio de 2009

LOS CASTROS DE LA ISLA DE TORALLA Y VIGO Y SUS MATERIALES DE IMPORTACIÓN (y II)

Es sin lugar a dudas la «terra sigillata» hispánica, la mejor cerámica fina ro­mana representada en el castro de Vigo. Las formas lisas más frecuentes son: Ritt 8. Drag. 15/17, 18, 24/25. 27 y 35.

Se localizaron numerosos fragmentos decorados y varias marcas de alfarero: LVPIAN; OI...N; ACV...; ESTO;... con diversos paralelos en la península ibérica (Tricio, Conímbriga...) y en la Mauritanic Tingitane (Garabito, T. y Solovera, M.a, 1976. pp. 43 y ss. y fig. 7 y ss.; Boube. J., 1966. pp. 115-143; etc.").

Dentro del apartado de cerámicas finas de importación romana, merece espe­cial mención la cerámica pintada. Esta presenta diferentes motivos geométricos.

tanto curvilíneos como rectilíneos y sus paralelismos podemos verlos tanto en el Norte de Portugal, como en la meseta española. Su cronología amplia, va del siglo I al III después de Jesucristo, según las formas y motivos que repro­duzcan (Abascal Palazón, J.M., 1986, pp. 131 y ss.).

Finalmente tenemos el gran grupo de ánforas romanas que mayoritariamente corresponden a la denominada familia Dressel 7/20, procedente en gran parte de la Bética y que presenta diversas modificaciones en su tipología inicial .

También, aunque en menor proporción poseemos ánforas romanas republica­nas, pertenecientes a las formas Dressel 1.

IV. CONCLUSIONES

El estudio de los materiales de importación de estos dos castros vigueses pone una vez más de relieve el temprano y fuerte contacto que poseyeron los castros del NO. peninsular con el mundo romano y en un momento anterior, con productos originarios del Sur Peninsular (Hidalgo Cuñarro, J.M., 1985, pp. 371 y ss.; y 1989, pp. 279-291).

Así tenemos que podemos analizar unos contactos con diferentes puntos de la península itálica y la Galia, así como del Norte de Africa y diversos centros de la Península Ibérica con nuestra área de estudio, durante un amplio marco cronológico.

Para finalizar este breve artículo sobre las cerámicas de importación, es inte­resante destacar la posible utilización simultánea de dos vías de comercio hacia la segunda mitad del siglo I después de Jesucristo. Una la podemos detectar por el Mediterráneo (centrada en el famoso taller gálico de La Graufesenque) y la otra procedente del Atlántico Norte (correspondiente al taller gálico de Montans) cu­yos materiales jalonan todo el litoral Norte de la Península.

BIBLIOGRAFÍA

ABASCAL PALAZON, J.M. (1986): La cerámica pintada romana de tradición indígena de la Península Ibérica. Madrid.

BELTRAN LLORIS, M. (1978): Cerámica romana. Tipología y clasificación. Zaragoza

BOUBE, J. (1966): «La terra sigillata hispánique en Mauritanie Tingitane». Bull. Arch. Mar., tomo VI.

CARBALLO ARCEO, X. (1987): Castro da Forca. Campaña 1984. Xunta de Galicia, Santiago de Compostela.

DELGADO , M. et alii (1975): «Les sigilleés». Fouilles de Conimbriga. Tomo IV, París

GARABITO, T. y SOLOVERA, M.8 (1976): «Terra sigillata hispánica de Tricio». Revista Studia Archaeológica, Valladolid.

HIDALGO CUÑARRO, J.M. (1985): «El Castro de Vigo y el comercio atlántico romano en el Noroeste Peninsular». Revista de Guimaraes, tomo XCIV.

HIDALGO CUÑARRO, J.M. (1987): «Tipología de la cerámica del Castro de la isla de Toralla (Vigo). Cuadernos de Estudios Gallegos, vol. XXXV, n° 100.

HIDALGO CUÑARRO, J.M. (1989): «La romanización del Castro de Vigo». Revista Habis, Sevilla, tomo 20.

OXE, A (1968): Vasorum Aretinorum. Howard, Confort

Nota.- Ilustra este comentario. una lámina de dibujos publicada en las citadas Actas del Congreso, en la que podemos ver algunas de las cerámicas más antigua de importación, del castro de Vigo, que corresponden a vasijas campanienses y "terra sigillata" itálica.