viernes, 27 de julio de 2007

BREVE HISTORIA DE LAS EXCAVACIONES DEL CASTRO DE VIGO



Queremos ofrecer en este nuevo comentario sobre el castro de Vigo, un resumen de las noticias y excavaciones relacionadas con este poblado castreño, desde inicios del siglo pasado, cuando se tienen las primeras referencias que hacen mención a este yacimiento arqueológico, hasta 1981 en que inician las campañas sitemáticas en el mismos y que durarán hasta 1988. Los resultados de estos ocho años consecutivos de excavaciones arqueológicos, que no sólo se desarrollarán en la ladera del Poniente, en donde se han dejado a la luz, unos 45 construcciones castreñas, sino por medio de sondeos arqueologicos, por la ladera opuesta y también en la cima del monte, se publicarán en otros artículos de este blog.
La primera noticia que tenemos sobre hallazgos arqueológicos en el castro de Vigo la tenemos en 1928. Con esta fecha se nos comenta que debido a la realización de hoyos para la plantación de árboles en una parte alta del monte, orientada hacia el noreste, se van a encontrar gran cantidad de restos arqueológicos, que van a llamar la atención a la Diputación Provincial de Pontevedra, que designará una Comisión especial, para que realice el informe oportuno sobre los mismos y valore la importancia de estos. Esta investigación la llevarán a cabo los señores Losada Diéguez, López Cuevillas y Filgueira Valverde, colaborando como dibujante Castelao. En este estudio se analizan diversos materiales arqueológicos encontrados en este yacimiento y que estaban depositados en varios centros: el Instituto Nacional de Vigo; el Ateneo de nuestra ciudad; el colegio de los PP. Jesuítas; el colegio de los HH. Maristas y especialmente, dada su interés, los que había recogido y tenía en su poder D. Agustín Tenreiro. Del análisis que hacen de los objetos estudiados y su posterior publicación, tenemos que resaltar los siguientes: molinos de mano; piedras pulimentadas y un aguzador; una moneda que no se logra identificar y un pequeño bronce romano; numerosa cerámicsa indígena lisa y presentando diversas decoraciones; una fusayola y varios discos circulares perforados de barro; muchas tégulas, destacando una que posee marca; diferentes fragmentos de ánforas romanas, localizando una con marca de alfarero; cerámica romana fina a torno y un fragmento de tapadera romana; fragmentos del que denominan "barro saguntino" ( que en aquella época se le conocia así a la "terra sigillata"); cerámica pintada romana; y finalmente, tres pesas de telar o "pondus", una de ellas con una marca en forma de aspa. Florentino López Cuevillas, en un estudio posterior, analizará las cerámicas indígenas e importadas, procedentes de la coleción de D. Enrique Tenreiro Mulder. Para Cuevillas, las vasijas con decoración pintada se pueden clasificar en dos tipos: ibéricas y romanas. Tenemos que mencionar que en la actualidad existe en los fondos arqueológicos del museo municipal "Quiñones de León", un fragmento muy bien conservado, de una tijera romana, también procedente de la citada colección particular. Son muy escasos los hallazgos de este tipo encontrados en castros gallegos.
En 1929 visitará este yacimiento arqueológico, el eminente arqueólogo alemán Hugo Obermaier, que llevará a cabo una pequeña prospección, encontrando una hacha pulida de reducidas dimensiones y analizará un muro castreño, que la fuera visto por la Comisión de la Diputación, el año anterior. La visita de este importante profesor con gran renombre internacional, será noticia en la prensa gallega y viguesa.
El estudioso del pasado vigués y arqueólogo de vocación, D. Pedro Díaz Alvarez, va a recoger en 1941, en la vertiente oriental del monte, una serie de objetos que depositará en el desaparecido colegio Mezquita. Se trata de dos molinos de mano, un "pondus" y diversos fragmentos de tégulas y ánforas galaico-romanas.
Tenemos que recordar aquí, el hallazgo de una hacha de bronce, encontrada al parecer, en este yacimiento arqueológico, perteneciente a la antigua colección particular del Sr. Solla, en Arcade, que podemos clasificar en el período del Bronce Medio ( del 1000 al 1200 antes de Jesucristo ) y que será estudiada por el arqueólogo Luis Monteagudo, y que en la actualidad está depositada en el museo provincial de Pontevedra. Las medidas de esta pieza son: 152X87X6,5 centímetros.
En 1952 se va a realizar la primera campaña arqueológica, bajo la dirección de D. José María Alvarez Blázquez, delegado local de excavaciones en Vigo de aquella. El lugar que se realizarán estos primeros trabajos arqueológicos, será en la ladera noroeste del monte , dando como resultado a destacar la localización de una vivienda de planta circular de unos 4,5 metros de diámetro, recogiéndose un abundante material arqueológico, del que podemos destacar el siguiente: diversos fragmentos de "terra sigillata", pudiéndose reconstruir totalmente un pequeño cuenco de este tipo de cerámica fina romana, perteneciente a la denominada "hispánica"; numerosos fragmentos de cerámica indígena con decoración y sin ella; cerámica pintada romana; y finalmente de bronce, una cucharilla y un fragmento decorado perteneciente a un aplique.
En 1970, se vuelven a reanudar las excavaciones en el mismo lugar de las de 1952 y bajo la misma dirección técnica, de José María Alvarez Blázquez, colaborando en las mismas el antiguo conservador del museo municipal "Quiñones de León" de Vigo, D. Angel Ilarri Gimeno y D. Pedro Díaz Alvarez. Cerca de la casa circular encontrada en la anterior campaña, se desenterrará otra, pero de distintas características: posee una planta rectángular algo irregular, pues se adapta a los rebajes de la roca base del monte y va a medir unos 4,90 X 4,70 metros. Luego en esta misma campaña se iniciará la excavación en otra zona cercana, a unos 50 metros más arriba, en donde se había encontrado parte de un muro semicircular, al hacer la carretera de subida al monte por esta lugar, y se observaba que el mismo se introducía por debajo de la pista mencionada. Fruto de estos trabajos se desenterrarán dos construcciones castreñas más: una de unos 4 metros de diámetro y conservando una buena altura de muros ( alrededor de 1,5 metros); y otra, de forma algo irregular, en la que se puede ver la mitad de un molino circular de mano reutilizado en su muro, que mide unos 4 X 5 metros. A continuación vamos a destacar parte del abundante material recogido durante esta excavación y que tuvimos la suerte de poder estudiar años más tarde: diversos fragmentos de "terra sigillata" lisa y decorada; vasijas indígenas de variada tipología y decoración; una hacha pulimentada de color verdoso; varias "fíbulas" o imperdibles de la época, destacando las denominadas de "aro interrumpido" o de "omega"; "acus crinales" o alfileres de bronce para el cabello o el vestido; cuentas de vidrio de diversos colores, para collares o pulseras y claramente procedentes de importación; y finalmente una moneda de bronce correspondiente al emperador Trajano.
Hasta aquí, las referencias que poseemos de las primeras noticias y campañas arqueológicas realizadas en este poblado castreño. Como he comentado al empezar este comentario, se retomarán las excavaciones en esta zona en 1981, cuando esta área del monte con sus construcciones excavadas y dejadas al descubierto, se encontraba en un total estado de abandono y se podían observar numerosos agujeros de "excavadore furtivos" en los cortes estratigráficos realizados y las estructuras pétreas localizadas presentaban sus muros casi totalmente derruídos y la altura de los mismos, se había reducido visiblemente, debido a la caída de las piedras que los formaban....La zona por desgracia hasta se habia convertido en un lugar para la práctica de "moto cross".....
Nota.- En las imágenes, en la parte superior, una panorámica general del Castro de Vigo, reproducida en una postal de principios del siglo pasado y en la otra, aspecto que ofrecía, en 1977, una vivienda desenterrada en la campaña de 1970.

SOCIEDAD Y ECONOMÍA DEL CASTRO DE VIGO

El estudio de las numerosas piezas arqueológicas recogidas durante todas las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en el castro de Vigo, nos permite tener una visión clara de la sociedad existente en este poblamiento y los recursos económicos que poseían sus habitantes. De manera muy sintética y básica las plantearemos a continuación y comprobaremos, como es lógico, que no difieren a las que se dan en otros yacimientos castreños de este tipo y cronología.
Pasamos a continuación a hablar de la sociedad, la economía y el comercio, en base a los datos aportados por las citadas excavaciones y que fueron publicados primeramente en el Faro de Vigo, el día 15 de Abril de 1984.
La sociedad
Por los hallazgos arqueológicos efectuados en las excavaciones en el castro de Vigo, conocemos algunos estamentos sociales que debieron existir en este poblado castreño, origen de nuestra ciudad. Así, el hallazgo de diferentes tipos de armas, como puntas de hierro de jabalina y lanza, asi como una hoja de espada, por ejemplo, nos hablan de la existencia de una casta importante de guerreros, que genericamente tenemos bien documentada en los textos de los escritores clásicos que tratan este tema al hablar de los pueblos del noroeste penisnual. Posiblemente a este estamento social deben de corresponder también algunos objetos de adorno y uso personal de gran valor y que representan, sin duda, un gran prestigio en esta sociedad el poseerlos ( nos referimos a los productos de lujo importados, sobre todo).
Otro estamento vendría dado por los artesanos o pequeños industriales que trabajaban en pequeños talleres textiles, cerámicos y metalúrgicos, entre otros. Posiblemente estos también poseían cierto prestigio y estimación social. Tenemos diferentes objetos arqueológicos encontrados en las excavaciones, que nos documentan estas actividades económicas: "fusayolas" y "pondus"; moldes y escorias de fundición; un fragmento de sierra de hierro,...
Por último, podemos colocar a las personas libres que se dedicarían matoritariamente a las labores agrícolas y ganaderas.
Sin duda, existiría una casta sacerdotal o religiosa, como ocurre en otras sociedades similares en otros puntos geográficos, pero hasta la actualidad no hemos encontrado elementos de juicio que nos documenten dicho estamento, a no ser en fuentes literarias de la época, mencionando pueblos que podrían tener ciertas similitudes con los castreños de nuestra área geográfica.
La economía
Los habitantes del castro de Vigo poseen una economía basada fundamentalmente en la agricultura y en la ganadería, pero también realizarán paralelamente labores de marisqueo y pesca, como nos documentan los hallazgos arqueológicos realizados hasta la actualidad, relacionados con ello. De la agricultura nos hablan los numerosos molinos circulares de mano y diversos machacadores de piedra, utilizados para preparar los cereales para su consumo. Restos óseos de animales y moluscos fueron encontrados en diversos "concheiros" localizados en diferentes puntos del poblado. El mayor de ellos, en la ladera Este del mismo. Los huesos de animales nos hablan de la ganadería: vaca/buey; cerdo; y oveja/cabra. Los restos de moluscos gasterópodos y bivalvos del marisqueo que practicaban: lapas; almejas; caramujos; mejillones; ostras; vieiras; navajas; etc Podemos decir también, que practicaban cierto tipo de pesca, por los numerosos pesos de pesca localizados ( las denominadas "poutadas"), realizados con cantos rodados de playa o rio a los que le tallaban dos escotaduras en su zona central; posibles fragmentos de pequeños anzuelos; y por restos óseos pertenecientes a diferentes tipos de peces, también localizados en los citados "concheiros".
Luego podemos decir que existiría una pequeña industria, relacionada con pequeños talleres artesanales que podríamos agrupar en: textiles, cerámicos y metalúrgicos. La industria textil nos viene documentada por los numerosos "pondus" (tanto de barro cocido como cantos rodados con perforación en la parte superior); y diferentes "fusayolas" lisas o con variada decoración tanto incisa como estampillada. La industria cerámica está representada por el extraordinario conjunto de vasijas fabricadas a mano y a torno ( tanto lento como rápido), con diferentes tipologías y decoraciones, así como por por los numerosos alisadores líticos recogidos que servían para pulir y decorar las vasijas de barro, antes de su cocción. Por último, tenemos la industria metalúrgica, que nos viene revelada por los diversos moldes cerámicos y líticos para fundir diferentes objetos de piezas, tanto de bronce como de hierro y por las escocias de fundición recogidas, pertenecientes a los mencionales metales.
El comercio
Desde mediados del siglo II antes de Jesucristo, podemos documentar la existencia de actividades comenciales del castro de Vigo con diversos puntos geográficos. Este tráfico comercial ( que podríamos llamar mejor de intercambio de productos) lo conocemos muy bien por medio de los objetos arqueológicos de importación romana localizados en este poblado. Así tenemos de la primera época, el hallazgo de cerámicas finas de barniz procedentes de la Campania (Italia) y ya hacia finales del siglo I antes de Jesucristo, vasijas de lujo procedentes de diferentes puntos de la península italiana, del sur de Francia ( la Galia, de entonces); y de diversos talleres cerámicos de nuestra península ( de la Rioja, Andujar,..). Son las cerámicas que en terminología arqueológica denominamos "campanienses" y "terras sigillatas" y dependiendo del origen de estas últimas, "itálicas", "gálicas" o "hispánicas". También como producto de importación de lujo romano, tenemos las "lucernas" o pequeños candiles de la época, vasos cerámicos de paredes finas y cerámicas con decoración pintada, cuya procedencia podemos situar en el norte de Portugal.
En este comercio de importación de productos romanos caros y exóticos, hay que incluir las cuentas de collar o de pulsera de pasta vitrea encontradas, cuencos de vidrio con decoración de molduras ; o el excepcional entalle de ágata azul, representando una cuadriga con su auriga, fechable hacia mediados del siglo I después de Jesucristo, momento este, sin duda, de mayor auge y esplendor económico del castro..
Pero también podemos detectar un comercio de importación de cerámica común romana de cocina, mesa y de almacenamiento: platos y fuentes; morteros; jarras y vasos; "dolios",...
Las ánforas romanas localizadas en gran número, nos revelan los productos de importación que llegaban al poblado: basicamente, salsas de pescado (el famoso "garum") y vino.
Debió de existir paralelamente a este comercio exterior, un comercio o intercambio de mercancías interno, eso es, con otros castros de esta área geográfica, más o menos cercanos, pero hasta la actualidad no poseemos suficiente información para poder conocer los productos que se intercambiarían entre si, ni las características del mismo.
Nota.- En la fotografía que ilustra este comentario, pueden verse diferentes "fusayolas" localizadas en el castro de Vigo y que hoy forman parte de los fondos arqueológicos del museo municipal "Quiñones de León" de nuestra ciudad.

FASES EN EL POBLAMIENTO DEL CASTRO DE VIGO

Gracias a las diversas campañas de excavaciones arqueológicas realizadas en el Castro Vigo, analizando los datos oportados en las mismas, podemos plantear una serie de cuestiones básicas, relativas a las fases de poblamiento en este importante enclave vigués.
Podemos decir que que esos niveles de ocupación, nos vienen definidos por dos momentos muy concretos: uno corresponde a una etapa claramente prerromana y el otro a un período en donde el contacto con la cultura y el mundo romano es evidente, que ya nos hace hablar de un poblamiento galaico-romano.
POBLAMIENTO PRERROMANO
Por los materiales arqueológicos recogidos durante las excavaciones realizadas en el Castro de Vigo, podemos decir que hacia finales del siglo III antes de Jescucristo o principios del siguiente, la ladera del castro poseía un poblamiento indígena que habitaba viviendas mayoritariamente de planta circular aún se documenta alguna de forma oval elíptica, de muros de piedra con aparejo normalmente regular o poligonal, techo formado con material vegetal y piso o pavimento de tierra o arcilla pisada. Todas poseían un hogar o "lareira", que era el lugar destinado para cocinar sus alimentos. El más completo de los descubiertos, es uno de forma rectángular, formado por piedras verticales y horizontales, colocado junto a una de las paredes de la casa y que hoy aún puede contemplarse al haberse realizado sobre el un intensa labor de consolidación, pues por su estructura, estos elementos son muy frágiles a las visitas incontrolados al yacimiento...La cimentación de todas estas estructuras pétreas es profunda ( en ocasiones alcanza el medio y medio ) y va diretamente a descansar sobre la roca base, que aquí con frecuencia es "xabre" o la roca de granito en descomposición. Es frecuente observar las zanjas de construcción que tuvieron que realizan los primitivos habitantes del poblado, pues se encuentran en lugares, la misma roca rebajada para la colocación de los muros.
Esta etapa claramente prerromana nos viene documentada por hallazgos arqueológicos que dan la mencionada cronología. Así tenemos como producto de importación romana, cerámicas "campanienses" de varios tipos y ánforas vinarias, tipo Dressel 1; cerámica indígena de cocina y decorada con diferentes técnicas y motivos ( incisos, estampillados, impresos, bruñidos,..); fíbulas o imperdibles de bronce, de las llamadas de "largo travesaño sin espira" y las "trasmontanas" y un pequeño colgante del mismo metal, entre otros objetos. Este primer nivel de ocupación detectado en la ladera del castro de Vigo, podemos decir que debe concluir hacia mediados o finales del siglo I antes de Jesucristo.
Es interesante mencionar el descubrimiento de una vivenda o fondo de cabaña, de forma oval, totalmente excavada en la roca, que poseía dos zonas bien diferenciadas. En un extremo, en una posición más alta, se podía observar el hogar que nos venía indicado por una piedra hincada y muchos restos de ceniza; y luego continuaba la cada con un piso liso, como hemos comentado conseguido al rebajar la roca base del monte, en el que pudimos localizar un hueco de poste. Lamentablamente no se pudo excavar la totalidad de esta singular estructura, pues el resto de la misma, se introducía hacia un corte estratigráfico que se conserrvó sin excavar. Nos encontraríamos pues, el única estructura construída totalmente de material vegetal y que podría estar hablándonos de otro nivel de ocupación o perviviendo este tipo de casa con las que hemos mencionado antes hechas de muros de piedra y techumbre de material vegetal.
HABITAT GALAICO-ROMANO
Hacia el cambio de era, se observa un fuerte contacto con el mundo romano, que va a modificar entre otras cosas, el tipo de vivienda utilizada en el poblado castreño hasta entonces. Nos referimos a la aparicieón de casas de muros rectos, de planta cuadrada o rectángular, que poseen el techo integramente cubiertos de tejas romanas ( las famosas "tegulae" e "imbrices), esto es, tejas planas y curvas. También se registran umbrales de puerta de granito. En una de estas casas galaico-romanas, pudimos comprobar la existencia en el centro de la vivienda, de un hogar formado por piedras hincadas que delimitaban un espacio rectángular, en cuyo interior se podrían observar ladrillos romanos dispuestos horizontalmente. Sin lugar a dudas, que este tipo de vivienda y algunas del tipo anterior, funcionaron al mismo tiempo. Así tenemos, que es muy frecuente el hallazgo de estructuras de muros curvos encontrados por debajo de la cimentación, tanto de casas circulares u ovales, como cuadradas o rectángulares.
Este momento cronológico se conoce muy bien por los objetos arqueológicos de importación romana recogidos, correspondientes a este nivel de ocupación del castro de Vigo. Podemos decir que tenemos las tres modalidades de "terra sigillata" ( itálica, gálica e hispánica ); cerámica marmorata; y cerámica pintada de motivos siempre geométricos. Además, también cerámica fina y comñun romana de cocina, mesa, almacenamiento y transporte de alimentos. También se encontraron monedas romanas que certifican esta época que va desde finales del siglo I antes de Jesucristo , hasta la segunda mitad o finales del siglo siguiente, llegando incluso hasta el siglo II despúes de Jesucristo. Asi poseemos monedas de los emperadores romanos Octavio Augusto, Vitelio, Trajano y Agriano. Otros objetos asimismo nos confirman estas fechas: cuencos de vidrio y cuentas de collar o pulsera de pasta vítrea; un entalle de ágata azul con la repreentación de una cuádriga y su auriga; numerosas fíbulas "de charnela" y "en forma de omega"; etc.
Podemos decir que en este período se puede identificar dos momentos bien diferenciados: el primero, que podemos fechar hacia el cambio de era y engloba todo el siglo I después de Jesucristo y corresponde al mayor auge social y económico del castro; y el de decadencia o abandono progresivo y pacífico de la zona, que se detecta hacia mediados del siglo II y continúa, parcialmente, hasta el siglo siguiente.
Invesigaciones futuras
El marco cronológico de este importante castro del valle del Fragoso, que como vemos basicamente lo ubicamos entre el siglo II antes de Jesucristo al II despúes de Jesucristo, puede ampliarse, hace atrás y/o adelante, al realizarse investigaciones futuras en este yacimiento. Esta hipótesis nos viene dada por el hallazgo en niveles revueltos de cerámicas indígenas con toscas incisiones e impresiones, asi como por tipologías que recuerdas formas más antiguas. También hay que tener en cuenta la localización hace años de una hacha perteneciente al Bronce Medio ( datable aproximadamente hacia el 1.000 antes de Jesucristo ) que nos hablarían de una cronología más antigua para este enclave. Pero hemos de señalar igualmente, que en niveles también revueltos, se han documentado fragmentos de "terra sigillata" clara o africana, asi como cerámicsas que por sus formas y decoraciones, podrían corresponder a un mundo tardorromano y alto medieval y que nos hablarían de un poblamiento posiblemente parcial ( bien sea, temporal o permanente) en zonas limítrofes a las hasta ahora estudiadas y/o ubicadas en otras áreas distantes que aún no fueron objeto de excavación.
Nota.- En la fotografía superior, una vista general de las estructuras localizadas en la ladera del Poniente del castro de Vigo.

miércoles, 18 de julio de 2007

PIEZAS ROMÁNICAS DE SANTA CRISTINA DE LAVADORES



De nuevo en el Museo Diocesano de Tui nos encontramos con dos magnificas piezas del románico vigués. Corresponden a la iglesia de Santa Cristina de Lavadores y fueron localizadas en la década de los 80 del siglo pasado. Se encuentran compartiendo pared expositora en el citado museo, una colacada encima de la otra y se trata concretamente de un magnifico tímpano calado con representaciones de dos cruces jugando con un círculo y un cuadrado; y una posible antefija que nos muestra un zoomorfo que no conserva su cabeza, y que por sus características principales que presenta, posiblemente está representando un león.
El tímpano en cuestión nos recuerda, por su iconografía, el que podemos apreciar en la portada norte de la iglesia románica de Santiago de Bembrive, pero más sencillo. El el II Coloquio Galaico-Minhoto, celebrado en Santiago de Compostela en 1984, nuestro amigo y director del citado museo, D. Ernesto Iglesias Almeida, presentó una comunicación en la que analizaba entre otros, este tímpano hasta entonces inédito. El título de la misma fue:"El simbolismo de la "Cruz" en los tímpanos medievales románicos de la diócesis de Tuy". La segunda pieza está pendiente que se realicé un estudio minunioso sobre la misma.
Para rastrear el pasado medieval de esta iglesia, que en la actualidad podemos ver la reconstrucción realizada a finales del siglo XIX, debemos de seguir la mención de la misma que hace Francisco Ávila y La Cueva en su famosa obra "Historia Civil y Eclesiástica de la ciudad de Tuy y su obispado, escrita en 1852. Según este historiador en el medievo se le denominaba Santa Cristina de Fragoso y de ella dice: "La iglesia vecinal es edificio bastante antiguo, hízose en el año de 1201, según se deduce de un letrero, que mantiene grabado en el lienzo de la pared norte exterior que se lee esto E. M. CC. XXXIX....según la tradición de la parroquia se trasladó aquí la Iglesia parroquial del lugar de Labadores donde estuvo en lo primitivo". De dicha interesante pieza epigráfica, que él nos deja dibujada en su trabajo, se ha perdido la pista de su paradero actual, posiblemente a raíz de la reconstrucción mencionada y que fue inagurada en 1882.
Hoy día sólo podrían corrresponder a época románica algunos de los canecillos de su alero, pero al estar mezclados con otros de clara fabricación moderna, es muy díficil el poder distinguir los unos de los otros, sin equivocarse.

sábado, 14 de julio de 2007

TECNOLOGÍA DE LA CERÁMICA CASTREÑA DE LA ISLA DE TORALLA ( VIGO)


El 3 de Febrero de 1985 publiqué con este mismo título en el diario FARO DE VIGO, un artículo donde se analizaba un aspecto concreto del material que más abunda en las excavaciones arqueológicas realizadas en cualquier castro: la cerámica. Se pretendía con ese breve estudio, sacarle más información a este tipo de piezas arqueológicas, de las cuales en la mayoría de los casos, sólo se habla de ellas en relación a su tipología y/o decoración, para luego sacar unas conclusiones relativas a su cronología o función. Consideró que este material aporta muchas más informaciones que las citadas y creo que una de ellas, es la que reflejo en ese trabajo, que copio literalmente:
"Con motivo de la realización de la tesis de Licenciatura del que suscribe estas líneas sobre el "Estudio de los materiales arqueológicos de la isla de Toralla (Vigo, Pontevedra), leída hace unos años en la Universidad de Santiago de Compostela, y deseando conocer la tecnología del yacimiento objeto de estudio, gracias a la colaboración desinteresada del antiguo conservador del Museo Municipal "Quiñones de León" de Vigo y buen amigo, D. Angel Ilarri Gimeno, se mandó al Instituto Geológico y Minero de España, con sede en Madrid, un fragmento de cerámica indígena con unas características comunes a la mayoría de las piezas estudiadas pertenecientes a este poblado castreño y se efectuaron los siguientes análisis y estudios: análisis por difracción de Rayos X; análisis cualitativos de fluorescencia por Rayos X; y estudio cualitativo petrográfico.
En el análisis por difracción de Rayos X se pudo determinar que los materiales principales que poseía la muestra eran el cuarzo libre y el feldespato potásico; y los minerales secundarios eran plagioclasas, biotita y moscovita y como accesorios o trazas, se detectó caolinita y zincón.
En el análisis cualitativo de fluorescencia por Rayos X, se verificó que los elementos principales de la muestra eran Si, Al y K; los elementos secundarios, Ca, Na, Fe; y como accesorios y trazas Ba, Zr, Rb, Zn, Cu, Mn, Cr, Ti y Br.
Del estudio petrográfico, de la muestra de cerámica se pudieron sacar las siguientes conclusiones: la composición mineral nos viene dada por el cuarzo y la microclima como elementos principales y plagioclasa, moscovita, biotita y cricón, como minerales accesorios. Como observaciones podemos decir que los citados minerales se enuentran englobados en una pasta arcillosa recristalizada, de color rojizo ( óxidos de Fe ) en forma de gramos monominerales. La granulometría de estos fragmentos es variable. Predominan los finos, pero existen algunos de tamaño grueso. Su forma es, en general, muy angulosa e irregular. Predomina netamente el cuarzo. En ocasiones aparece asociado a microclina ( e incluso biotita ), componiendo en el interior del fragmento una textura granuda. Este rasgo, junto a la composición general de los fragmentos que componen la trama de este material cerámico, indica que parcialmente o en su totalidad, se utilizaron materiales derivados (arenas, suelos) de rocas graníticas.
Como resumen de lo expuesto anteriormente podemos concretar lo siguiente:
- El estudio petrográfico indica que una gran parte o la totalidad de los elementos para la fabricación de la cerámica son derivados de rocas graníticas, muy abundantes en el entorno del castro en cuestión.
- El análisis de fluorescencia por Rayos X detecta entre los elementos, trazas de Bromo (Br) lo que puede significar dos cosas: una que las tierras utilizadas para hacer la cerámica han estado en algún momento cubiertas por agua de mar y la otra posibilidad, que la cerámica ya fabricada haya estado en contacto con el mar, o mejor dicho, cubierta durante largo tiempo por el agua marina. Nos inclinamos por la primera posibilidad, pues el fragmento cerámico en cuestión fue recogido en una zona alta del castro, lejana de la costa marítima.
- Por último, por el análisis de difracción de Rayos X podemos decir que al ser detectada caolinita en la muestra (elemento que se descompone a los 550º C), dicha pieza fue cocida a una temperatura inferior a esos 550º C...
Como dato de interés podemos apuntar que este grado de cocción de la cerámica procedente del castro de la isla de Toralla, difiere a otra temperatura de cocción analizada en una cerámica del castro de la isla Norte de las Cies, que sitúa dicha temperatura de cocción a unos 800º-850º C. según se desprende del estudio de los profesores Guitián Rivera y Vázquez Varela (Sobre la tenología de la cerámica castreña: cerámica de las islas Cies. Pontevedra. Revista Gallaecia, 1979, tomo 3/4, pp. 275 y ss.)
Por ello podemos decir que la cerámica castreña de la isla de Toralla fue fabricada en un horno de cocción de condiciones técnicas muy inferiores al utilizado en las islas Cíes, revelándonos posiblemente con ello una cronología más antigua para el material cerámico estudiado procedente del castro de la isla de Toralla."
Nota.- En la imagen podemos ver diferentes fragmentos cerámicos, pertenecientes a asas decoradas del castro de la isla de Toralla, con una cronología que se sitúa hacia los siglo III-II antes de Jesucristo.

miércoles, 4 de julio de 2007

LA SALA DE ARQUEOLOGÍA DEL MUSEO MUNICIPAL "QUIÑONES DE LEÓN" DE VIGO

Es una vista más que recomentada para los amantes del conocimiento de nuestro pasado más remoto, el acercarse hasta el museo municipal "Quiñones de Leon" ubicado en el Parque de Castrelos y visitar con detenimiento la Sala de Arqueología del mismo, donde se exponen interesanes piezas y objetos que van desde los orígenes de la presencia del hombre por estas tierras hasta la llegada de los romanos. Así, en un mismo espacio, viajaremos desde los tiempos prehistóricos, del Paleolítico, Neolítico, Calcolítico y Edad de Bronce, a la Protohistoria de la Edad de Hierro hasta la romanización.
La sala está compartimentada podemos decir, en tres apartados cronológicos ( Prehistoria, Cultura Castreña y Romanización ) y dentro de los mismos, con sugestivos títulos y de forma muy didáctica se nos introduce a cada una de esas épocas.
Así dentro de la Prehistoria, siguiendo las vitrinas tituladas "As primeras ferramentas", "Chegou a cerámica", "Tumbas monumentais" y "Con vistas ao Atlántico", iniciamos nuestro recorrido desde el Paleolítico (120.000 antes de Jescristo) al Calcolítico (2000 antes de Jesucristo) y Edad de Bronce (1800-1000 antes de Jesucristo), pasando por el Mesolítico (7000 antes de Jescristo) y Neolítico (4000 - 2000 antes de Jesucristo. Como piezas paleolíticas destacan las procedentes de las excavaciones arqueológicas de las Gándaras de Budiño ( Porriño ) y diferentes útiles tallados encontrados de forma casual dentro de los términos de nuestro municipio. Luego tenemos las piezas relacionadas con la actividad de explotación marina y las cerámicas que nos van hablar de un profundo cambio: de una sociedad nómada y recolectora a una sedentaria, agrícola, ganadera,... De esta última, tenemos los enterramientos funerarios que nos ofrecerán bellos objetos de barro cocido, piedra, metales... que vienen representados por ajuares funerarios de Cotogrande (Cabral) y Chan do Xisto (Zamáns): vasos globulares, hachas pulimentadas, puntas de fecha, láminas de sílex... Copmpleta este primer apartado, los objetos de la cista de Atios (Porriño) y el depósito de hachas de talón de Estea (Saiáns), hasta ahora, el más grande localizado en Vigo.
Ya en la Cultura Castreña, otros expositores nos van a introducir en la alimentación, en las artes decorativas y simbólicas, asi como en la presentación de diferentes elementos funcionales. Veremos por ello: restos óseos de diferentes animales, anzuelos que nos hablan de la pesca, los molinos para moler los cereales, diferentes tipos de vasijas decoradas y lisas, un escultura de guerrero galaico-romano muy peculiar, pesas de telar, "fusayolas", piezas de adorno personal, "fíbulas"... Tenemos para finalizar, una vitrina dedicada monograficamente a las excavaciones del Castro de Vigo, en la que podemos ver objetos diversos de cerámica( indígena y romana), piedra, metal, vidrio,...destacando un dedal de bronce, un entalle de ágata con la representación de un auriga y su cuadriga, etc.
La última parte dedicada a la Romanización es sin lugar a dudas la que ofrece mayor número de piezas arqueológicas, algunas de ellas de una extraordinaria importancia para el conocimiento del Nororeste Peninsular, como son por ejemplo la colección de estelas y aras romanas localizadas en pleno corazón de nuestra ciudad y también en el conocido Facho de Donón.
Como sucediera en los otros apartados, en vitrinas y fuera de ellas y con títulos muy adecuados nos muestran los diferentes aspectos que hacen relación a las piezas que nos informan sobre los mismos: "Na cociña e na mesa", nos presenta las cerámicas comunes y las de lujo importadas de diferentes lugares del imperio romano; "Un mar de contactos" nos muestran las ánforas que transportaban productos de importación como vino, aceite o "garum", junto con las monedas con las que se pagaban los mismos; en las de "Para privilexiados" y "Para vivir na morte" podemos ver cerámicas de lujo que en los ultimos siglos de esta etapa histórica venían de la Galia, Focea, Chipre o Cartago. Destaca un "stylo" de bronce decorado, que era un delicado instrumento para escribir sobre una tablilla cubierta de cera. Respecto al tema de los enterramientos se enseñan objetos de la necrópolis de inhumación de O Areal que constituían su ajuar funerario. En otra vitrina podemos contemplar los elementos constructivos, basicamente tejas, imbrices y ladrillos, algunos con curiosas marcas como las que se han interpretado como signos zodiacales. Las excavaciones de la villa romana de Toralla ocupa toda una vitrina y en ella, viendo los objetos depositados ( mosaicos, monedas, cuentas de collar, fragmento de cerradura de bronce, etc. nos acerca a la vida cotidiana de esta casa rural romana. Finalmente podemos decir que la necrópolis de O Areal está presente con las antiguas estelas encontradas en 1953, más otras piezas más que complementan la visión de este importante yacimiento arqueológico urbano: nueva estela reutilizada en una tumba; otra ara muy bien conservada; ánforas utilizadas como tumbas; etc. Luego tenemos las interesantes aras del actualmente excavado castro-santuario de Donón.
Al salir de la sala de arqueología podemos ver en la ambos lados del jardín de entrada al Pazo-Museo, una pila olearia y varias columnas procedentes del yacimiento romano de A Oliveira Teis).
Queremos dejar constancia aquí, de nuestra felicitación a los responsables de la nueva exposición de las piezas arqueológicas, por la acertada selección y exhibición de las mismas, así como por los interesantes textos explicativos que ayudan al visitante a entender mejor lo que está observando.
Nota.- La imagen que ilustra este comentario, corresponde a la portada del folleto-guía de la citada sala.

martes, 3 de julio de 2007

LOS PUENTES MEDIEVALES DE VIGO















En la actualidad dentro del término municipal de Vigo sólo poseemos dos ejemplares de puentes medievales, de otros que posiblemente poseyó pero que el tiempo ha borrado su huella. Son los puentes de Castrelos y el de Sárdoma.
El primero se encuentra, cerca del estadio de fútbol de Balaídos, y su cauce natural se halla en la actualidad a unos 10 metros hacia el Norte, pues fue desviado en la década de los 7o del siglo pasado.
La longitud es de unos 21,50 metros, presentándo una forma algo apuntada o abombada hacia su parte central. Por documentaciones anteriores sabemos que poseía hasta unos 60 metros de calzada conservada hacia mediados del siglo XX. Su anchura podemos situarla hacia los 3,5 metros y su altura máxima en unos 4 metros. Posee sólo un arco de medio punto de unos 5,5 metros de longitud máxima y 2 vanos de descarga, que sabemos que eran dos más en la citada época. Son interesante y muy bien conservados sus 4 tajamares de forma triangular y que podemos observar a ambos lados del puente, circunstancia ésta, nada frecuente en este tipo de construción. Hoy pdemos ver tambien, al inicio de los dos extremos conservados del puente, 4 piedras verticales, de forma cónica-truncada, de un metro de alto y que por documentos de períodos anteriores sabemos que poseía más. De hecho cuando se realizó una limpieza en 1987 de este espacio, por parte del Departamento de Arqueología del Museo Municipal "Quiñones de León", se rescataron varias piedras más de esas características y que fueron llevadas al mencionado museo.
Algunos historiadores llegaron a considerar este puente como romano, identificando algunas incripciones en algunas de los bloques que forman esta estructura, pero sin descartar que pudo tener su origen en un anterior puente romano, lo que observamos en la actualidad corresponte en su totalidad a una época claramente medieval. Podemos finalizar este breve comentario, llamando la atención a la autoridad competente en la materia, por el abandono en que se encuentra este monumento que posee hasta varios "grafittis" en sus centenarias piedras.
De segundo puente, muy poco podemos decir. Se localiza a unos 200 metros del cruceiro del barrio de Miraflores y comentar que tiene dos arcos de medio punto y dos metros de luz. Posee un único tajamar de forma triangular de unos 60 cms. de lado y su longitud actual es de unos 11 metros. Hasta finales de la década de los 80 del siglo pasado, se pudía observar una calzada formada con grandes piedras en las que se apreciaban huellas de carros, poseeyendo el puente una forma algo abombada o apuntada, que a perdido hoy en parte debido a reformas que han realizado en esta estructura. Puedo recordar, sobre esa fecha como fue totalmente hormigoneado y posteriormente puesto otra vez en su aspecto original, pero luego debió de sufrir nuevas agresiones irreversibles...
Falta sin duda realizar un estudio minucioso sobre este puente, que presenta en la actualidad un estado de total abandono, donde la vegetación existente en la zona, casi tapa totalmente el mismo y en las cercanías al mismo, pueden apreciarse restos de basura de todo tipo en las aguas que cruzan esta construcción medieval...
Sin lugar a dudas está siendo necesario realizar estudios en documentos medievales y de épocas posteriores que nos puedan dar más información sobre estos dos puentes y otros que pudieron existir en nuestra zona y que así lo dejan reflejado, aunque de una forma muy escueta, varios documentos que nos hablan de este período histórico.
Nota.- Para una información mayor sobre el puente de Castrelos, consultar el artículo publicado por E. Pereira G. que lleva por título "A ponte de Balaídos" y que fue publicado en el Boletín del Instituto de Estudios Vigueses, en el 2000 y que corresponde al volúmen 6 de esa colección.